Miercoles, 24 de Abril del 2024
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¿Realmente sí están paseando a su mascota?

Publicado el 24/01/15

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Perros amarrados mientras que sus paseadores están sentados es una escena que ya no es extraña en varios barrios de Usaquén. Por eso la comunidad se siente indignada y no está de acuerdo con la labor de algunos.

Por ejemplo, en la zona de Unicentro, los lectores han denunciado su descuido: “El paseador se reúne con los amigos y los pobres perros son amarrados a las sillas y ahí pasan el tiempo, no los ejercitan. Es la plata más mal gastada”, describió Teresa Mendoza.

Otro descontento nace por el desaseo de los parques, pues miembros de la comunidad dicen que en algunos casos las heces de los perros no se recogen. “Cuando no los amarran, los sueltan sin estar pendientes de ellos, y hacen sus necesidades donde los niños y familias juegan”, contó una residente de Santa Bárbara Central.

Asimismo, la comunidad se siente impotente, pues al hablar con los paseadores reciben respuestas agresivas. “Se solicitó a un paseador que procurara no llegar tan temprano, porque personas de la tercera edad y niños no podían dormir con la bulla que ocasionaban los caninos. Además de recibir una insultada en los peores términos, se obtuvo como respuesta que después de las 6 a. m. no eran horas para dormir. ¿Se ha visto más altanería y tamaño despropósito?”, denunció otro vecino de Santa Ana Norte.

A raíz de las quejas, EL TIEMPO ZONA visitó algunos barrios en donde se vieron paseadores que cumplían con lo prometido: paseaban con correa e iban en grupos de no más de cuatro perros. Sin embargo, se encontraron otros que no realizaban cabalmente su labor: detrás del edificio de Pacific Rubiales (carrera 11 con calle 110) se encontraron alrededor de quince perros amarrados, entre los que un beagle no paró de ladrar mientras que su paseador estaba hablando con otros compañeros.

No obstante, estos casos no son un común denominador; por ejemplo, Daniel Galvis recoge a los perros en un carro, los lleva a un parque del barrio Santa Bárbara y allí juega con ellos y también los entrena. “Cuando llegamos hacen sus necesidades, yo espero un rato y recojo las heces con palas, así no uso bolsas y eso ayuda al medioambiente”, explicó Galvis.

El experto en comportamiento canino Mauricio Torres dice que es mejor hacerles una visita sorpresa para asegurar que están cumpliendo con lo prometido. “La persona ideal debe mostrar cariño por los animales, no debe pasear más de dos o tres perros a la vez. En días soleados, debe darles sombra y agua y al finalizar el paseo debe dar un reporte de las cosas que pasaron”, explicó.

En cuanto a términos de control de este oficio, el proyecto de acuerdo n°. 337 del 2014 fue pensado para registrar a las personas que realizan esta labor. Así que se encargó a la Secretaría de Ambiente para que hiciera este proceso de censo, además de ofrecer capacitaciones y realizar un protocolo para promover la responsabilidad de esta actividad.

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