Jueves, 28 de Marzo del 2024
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‘Terrorismo’ de extremistas judíos, fuera de control en Israel

Publicado el 01/08/15

medium_neupic_el_estado_islamico_se_apodero_de_un_barco_militar_egipcio_para_atacar_israel_8a81b42a_7e82_4309_b05d_993ebffee3aeEl asesinato del pequeño Alí Dawabshe, de tan solo 18 meses de edad, amenaza con convertirse en el simbólico comienzo de una nueva escalada entre israelíes y palestinos, ya que fue fruto de un “ataque terrorista”, como lo calificaron –de manera inusual– las propias autoridades israelíes, perpetrado presuntamente por judíos extremistas de la ultraderecha nacionalista, probablemente religiosos, que siguen una línea radical en el tema de la relación con los palestinos. (Vea: Queman vivo a bebé en atentado de colonos israelíes)

Si bien aún no han sido capturados, en el lugar dejaron, como en situaciones anteriores, su ‘firma’: una estrella de David, la palabra “venganza” en hebreo y la inscripción “Viva el Rey, el Mesías”.

El pequeño murió quemado a raíz del incendio provocado en su casa en la aldea Duma, cerca de Naplusa, por los radicales que rompieron las ventanas de la vivienda mientras la familia dormía y lanzaron botellas incendiarias.
Sus padres y su hermano de cuatro años están gravemente heridos, con quemaduras en más del 80 por ciento de su cuerpo, y se encuentran internados en hospitales israelíes. Se teme que el menor pierda las piernas. (Lea: ONG denuncian impunidad en crímenes de colonos)

“El bebé murió quemado vivo, no por el humo. Fue horrible”, declaró a la agencia Efe por teléfono Hatem Dawathe, vecino de Duma. “Llegamos un grupo de unos diez vecinos a la casa sobre las 2 de la mañana. El padre, la madre y el niño de cuatro años estaban muy malheridos fuera. Él nos rogó que entráramos por el bebé e intentáramos ayudarlo. Lo hicimos, pero el humo lo hizo imposible”, dijo frustrado el testigo.

El presidente de Israel, Ruven Rivlin, entre la vergüenza y la estupefacción, condenó el atentado e intentó analizar el fenómeno. “Para mi pesar, parece que hasta ahora hemos sido flojos en nuestro tratamiento del fenómeno del terrorismo cometido por judíos”, declaró. Exhortó a que el Estado y la sociedad israelí hagan “cierta introspección”.

“Quizás no hemos interiorizado que nos enfrentamos a un grupo decidido y peligroso, ideológico, que aspira a destruir los frágiles puentes que tan denodadamente intentamos tender”.

Según Rivlin, “cuanto más comprendamos el peligro significativo que esto supone para el Estado de Israel, más seremos conscientes de cómo enfrentarlo y arrancarlo de raíz”.

Por su parte, y en un tono también de condena, se expresó el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que, en un hecho poco habitual, llamó al presidente palestino Mahmud Abás a expresarle sus condolencias y a invitarlo a luchar juntos contra el terrorismo, “venga de donde venga”: “Todo el mundo en Israel está conmocionado por este acto terrorista condenable que golpeó a la familia Dawabshe”, dijo Netanyahu, quien visitó en el hospital de Tel Aviv al pequeño herido.

“Estamos haciendo todo lo que podemos para salvarles la vida. Cuando estás al lado de la cama de este niño pequeño, y su hermano, apenas un bebé, ha sido brutalmente asesinado (…) estamos conmocionados, enfurecidos. Lo condenamos. Tolerancia cero contra el terrorismo”, dijo Netanyahu. (Lea también: ONG denuncian impunidad en crímenes de colonos)

Pero los palestinos no creen en sus lamentos. No es la primera vez que elementos extremistas toman la ley en sus manos, seguros de que cualquier blanco es legítimo cuando desean tomar represalias contra los palestinos por atentados contra israelíes.

Todo apunta a que el violento ataque se derivó del malestar y la ira generada esta semana entre la comunidad colona por el derribo, el pasado miércoles, de dos edificios de viviendas en el asentamiento de Beit El, por orden del Tribunal Supremo israelí, y que dio lugar a enfrentamientos entre colonos ultranacionalistas y las fuerzas de seguridad israelíes. Pero al mismo tiempo, Netanyahu intentó compensar autorizando la construcción en la misma zona de 300 casas.

A eso se le suma una larga lista de ataques contra templos cristianos, mezquitas y propiedades de palestinos. “Todos los días nos despertamos con noticias sobre un nuevo crimen israelí. Este es un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad al mismo tiempo, y no nos vamos a mantener en silencio mientras existan los asentamientos y la ocupación”, declaró el presidente Abás.

“Hablando con franqueza, este crimen ha sido cometido por el Gobierno israelí, porque impulsa la colonización y la expande en todas partes en Cisjordania y Jerusalén. Esto, claramente, anima a esos colonos criminales a hacer lo que están haciendo”, acusó, y señaló que las autoridades palestinas están “preparando un informe de este y otros crímenes anteriores” para “enviarlo a la Corte Penal Internacional (CPI). Nadie nos parará”.

Para los palestinos es claro que en este tipo de crímenes de odio cometidos contra los palestinos, los árabe-israelíes o incluso los soldados del país, los responsables raramente son capturados, o no pagan sentencias suficientemente duras como para que ello sirva de disuasión para casos futuros.

Yaariv Oppenheimer, dirigente de Paz Ahora, una ONG israelí opuesta a la colonización de los territorios palestinos, asegura que este tipo de “agresiones por parte de los colonos se han convertido en una verdadera epidemia”. En la radio israelí, denunció “la indulgencia del Gobierno con la violencia antipalestina y los discursos de odio”. Las ONG de defensa de derechos humanos lo corroboran. En mayo, la organización israelí Yesh Din estimó que el 85,3 por ciento de las denuncias de los palestinos por ataques de colonos quedaban archivadas.

Paz Ahora llegó a asegurar que detrás del asesinato del bebé está “la instigación por parte de figuras públicas de la extrema derecha” y la política de “premiar a los colonos” por acciones ilegales. “Esto no surge de la nada. Viene de años de odio e incitación desde el más alto nivel de las figuras públicas de Israel”, dijo a Efe Anat Ben Nun, portavoz de esta ONG, que ha convocado para hoy una manifestación de protesta en Tel Aviv.

Pero la sensación, al menos en Israel, es que algo cambió en la percepción sobre sus propios ‘terroristas’ y el peligro que pueden suponer. Cabe recordar que hace exactamente un año, como respuesta al asesinato de los tres jóvenes israelíes secuestrados en Cisjordania, extremistas israelíes secuestraron y quemaron vivo al joven palestino Muhamad Abu Khdeir.

Los responsables están en prisión, pero la gran pregunta es, si los extremistas vuelven a atacar, por qué nada los amedrenta, o por qué su sensación es que no pagarán caro por sus crímenes. Esto pone a las autoridades israelíes ante un gran desafío.

Pero por otro lado, lo único que podrá cambiar la situación serán los hechos, no las palabras de condena.

El desafío de Netanyahu será hallar la forma de no dejar dudas acerca de su intención de “tolerancia cero” ante este tipo de atentados, más aun cuando se le señala por el hecho de que su coalición de gobierno alberga componentes que sostienen a los colonos y su plataforma radical.

Marchas en protesta por ataque a gais

Grupos de defensa de los homosexuales israelíes y de derechos civiles convocaron para este sábado en la noche marchas en rechazo al ataque por parte del judío ultraortodoxo Yishai Schlissel, quien apuñaló a seis personas que participaban en la Marcha del Orgullo Gay el jueves en Jerusalén. Por otra parte, Schlissel, quien pagó diez años de cárcel tras otro ataque similar en el 2005, rechazó la ayuda de un abogado ya que no reconoce la autoridad de una corte que no sigue la ley de la Torá y es parte del “mecanismo de la maldad”. La policía envío al poder judicial una evaluación psiquiátrica hecha a Schlissel tras su detención y determinó que está en condiciones de enfrentar un juicio, tras lo que permanecerá bajo custodia. Schlissel aseguró recientemente en una radio que su opinión sobre los gais no había cambiado y que no se debería permitir la “desacralización” y la “profanación” de la “ciudad santa” de Jerusalén.

eltiempo.com



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