Jueves, 18 de Abril del 2024 
Al menos dos personas han muerto y otras 16 han resultado heridas en un tiroteo en un club nocturno en la localidad de Fort Myers, al sur de Florida, denominado Club Blu, según ha confirmado la policía, que ha informado de que los fallecidos son dos adolescentes. El tiroteo tuvo lugar al término de una fiesta juvenil por razones hasta ahora desconocidas, pero que no tienen que ver con “terrorismo”, según informó la policía de esa ciudad.
Los fallecidos son Sean Archilles, de 14 años, y de Stefan Strawder, de 18 años, que según la prensa local destacaba en su instituto como jugador de baloncesto.
La cadena de televisión CBS señala que el local acogía en ese momento una fiesta para jóvenes. El ataque se ha producido en el aparcamiento de la discoteca sobre las doce y media de la noche, han señalado los agentes encargados de la investigación. La policía ha indicado que no se trata de un atentado terrorista.
Los heridos, de entre 12 y 27 años, fueron trasladados hasta el hospital Lee Memorial, donde falleció uno de ellos. Una testigo, citada por la cadena local Wink News —filial de la CBS—, ha cifrado en unos 30 el número de disparos, presuntamente realizados con varias armas. Las fuerzas de seguridad locales, que investigan la motivación de los autores del tiroteo, han detenido a “a una persona de interés” por su supuesta relación con estos hechos. Y otras dos personas están siendo interrogadas.
Los hechos sucedieron cuando los “padres de los chicos que habían ido a la fiesta”, de “edades entre 12 y 17 años”, llegaban a recogerlos para llevarlos de vuelta a casa, según ha explicado en un comunicado la dirección del Club Blu, que ha descartado en esa nota que alguno de los chicos asistentes a la fiesta hayan sido los autores de los disparos.
Un portavoz del Departamento de Policía de Fort Myers ha indicado que los agentes investigan si este ataque tiene relación con otro tiroteo ocurrido en la ciudad contra una vivienda y varios vehículos. Fort Myers es una localidad de 62.000 habitantes, situada a unos 250 kilómetros de Miami.
“Lo sentimos profundamente por todos los afectados. Intentamos dar a los adolescentes lo que nosotros creíamos que era un lugar seguro para que pasaran un buen rato”, han indicado los responsables del local, Club Blu, en un comunicado, en el que han precisado que había seguridad tanto dentro como fuera del establecimiento.
Este asesinato múltiple se produce seis semanas después del ataque a una discoteca gay de Orlando, también en Florida, que dejó 49 muertos en el peor tiroteo de la historia reciente de Estados Unidos. Una masacre que devolvió, de nuevo, el problema del control de armas a la primera línea del debate político.
