Sábado, 10 de Mayo del 2025 
Tras la espera, que se extendió hasta altas horas de la noche, los bastiones de Obama festejaron.
Las calles de Chicago, adonde el presidente Barack Obama viajó para esperar los resultados que finalmente le dieron la reelección, se pintaron de pancartas azules y cientos de manos que se elevaron para aplaudir anoche otros cuatro años con el republicano a la cabeza de Estados Unidos.
El centro de convenciones McCormick Place de Chicago fue el primero en explotar de júbilo.
Al ritmo de canciones como Love Don’t Come Easy y ondeando banderines estadounidenses, los seguidores más fieles del presidente demócrata empezaron a bailar al son de la música después de que las cadenas de televisión pronosticasen la victoria de Obama.
La canción Twist and Shout también sonó en los altoparlantes del recinto. El Chicago Tribune narró cómo Julie Lawrenz de 42 años bailó a ese ritmo hasta casi caer al suelo. “Simplemente estoy muy contenta”, le dijo a ese diario.
“Estoy en la cima del mundo”, añadió Sylvia William, una votante de 80 años, quien prefirió perderse su noche de bolos para presenciar el discurso del Presidente en McCormick Place. “Esto es como hacer historia de nuevo”, le dijo al Chicago Tribune Mary Austin, de 82 años, quien tampoco se quedó atrás en el eufórica celebración.
En el 2008, unas 240.000 personas se reunieron en el Grant Park, para escuchar al aire libre las primeras palabras del recién electo Obama.
Anoche se esperaba que el Presidente, que cenó anoche en su casa de Chicago con su esposa, Michelle, y sus hijas antes de emprender rumbo al hotel Fairmont de Chicago, se dirija en breve a una audiencia enardecida.
Unos dos mil periodistas llegados de todas partes del mundo esperaban presenciar en directo el triunfo tras una reñida campaña electoral en la que se mantuvo el empate hasta el final entre el demócrata y su rival republicano, Mitt Romney.
Cientos de personas se agolparon y abrazaron en las calles en medio de gritos y sonrisas para esperar el reñido voto a voto que tuvo a muchos sudando frío en estados claves como Ohio, Florida y Virginia, donde 24 horas antes de los sufragios estaban técnicamente empatados.
En Nueva York, el Empire State se pintó de azul para informar los resultados y se convirtió también en paisaje de esa celebración.
El emblemático rascacielos fue ayer el indicador de los resultados de la jornada electoral en EE.UU., narrando en tiempo real, gracias a los colores rojo y azul, los votos que consiguieron Obama, y su rival republicano.
En la base de la aguja del emblemático edificio, la cadena de televisión CNN instaló un contador vertical luminoso, que mostró en tiempo real los resultados obtenidos.
En Kogelo (Kenia), ciudad de la familia paterna de Obama, eran las 7:24 de la mañana de hoy cuando se enteraron del triunfo.
En la escuela de Menteng, en Yakarta (Indonesia), donde Obama estudió entre 1970 y 1971, también estuvieron pendientes y celebraron con todos los niños de plantel mientras veían la transmisión de los resultados en la televisión.
Hace cuatro años, los amigos y parientes de Obama en Kogelo recibieron con cantos y bailes de alegría su elección a la presidencia de EE. UU., y el gobierno keniano declaró un día feriado para celebrar el “histórico” evento. Esta vez no será la excepción.
