Sin merecerlo, Colombia obtuvo la ventaja, pero en el complemento, cuando tenía todo controlado y Brasil empezaba a desesperarse, los de Mano Menezes también echaron mano a su hombre más desequilibrante.
Neymar, que ya libraba un duelo particular con David Ospina, el cual empezaba a ganar por goleada el arquero nacional, necesitó tener tiempo y espacio en el área para decretar el 1-1, más acorde a la realidad del juego (18 ST).
La Selección no se conformó con el empate y tuvo en Falcao y James las posibilidades de haberse puesto en ventaja nuevamente, pero esta vez no se tuvo la efectividad de los primeros 45 minutos. Brasil pudo también llevarse la victoria con un penalti que sólo vio el central Mark Geiger (Armero le sacó limpia la pelota a Dani Alves), y que desperdició Neymar.
Al final, el empate sirve para motivar aún más a un grupo que se acomoda con personalidad. Y como cierre de temporada, no perder frente al anfitrión del próximo mundial demuestra que fue un buen año y se convierte en augurio del 2013, que será definitivo en busca de sellar nuevamente el pasaporte mundialista.