Un gol de penalti de Wason Rentería en el minuto 92 le dio al club azul el triunfo 3-1 sobre Gremio.
Minuto 91. En el estadio El Campín ya se escuchaban las frases de siempre: murieron con las botas puestas, quedó la dignidad, frases que se oyen cuando se busca resignación. Pero en ese momento, Werley, el número 4 de Gremio, primero le metió la pierna y luego frenó con los brazos a Járol Martínez. ¡Penalti para Millonarios!.
Wason Rentería se paró frente a la pelota. El balón se fue a la izquierda del portero Marcelo Grohe. ¡Gol, sí, gol! Millonarios clasificó así a las semifinales de la Copa Suramericana, después de sufrir durante 90 minutos y de ponerle más corazón que fútbol. ¡Y con eso bastó!
Millonarios le facilitó las cosas a Gremio en el primer tiempo. Primero, le regaló el gol: Zé Roberto cobró un tiro libre, el arquero Luis Delgado dio rebote, la defensa no atinó a rechazar y Werley, un defensa que fue a buscar un remate de cabeza, metió su pie izquierdo para anotar el 0-1, a los 12 minutos.
Después, los brasileños le hicieron muecas a los efectos de la altura. Es que ni siquiera necesitaron correr para controlar a su rival, un equipo que nunca hizo un cambio de velocidad, siempre entre primera y segunda, como si estuviera engranado, y que no tuvo mucha opción de notar si la parte sur de la cancha se dañó o no, porque llegó muy poquito y cuando lo hizo, definió muy mal, bien sea por displicencia o por nerviosismo.
En la segunda parte, ya sin Román Torres (se fue a los 15 minutos con un esguince de rodilla, luego de que lo pisara Zé Roberto) y sin Máyer Candelo (salió con un golpe en el muslo), Millonarios aprovechó diez minutos de inspiración de Wason Rentería para empatar el partido, gracias a un remate de Wilberto Cosme que visitó los dos postes antes de entrar al arco.
Pero luego, volvió el letargo. Cuando la serie parecía definida y Gremio hacía correr el reloj, la ilusión azul renació cuando se volvieron a encontrar Cosme y Rentería: centro del primero y cabezazo del segundo.
Ya se oían las frases de resignación. Y apareció la entrada de Martínez, el cruce de Werley y el gol de Rentería. Todo en minuto y medio. Los brasileños se ensañaron con el juez. Millonarios está en la semifinal. ¡Qué corazón le tuvo que poner!