Lunes, 9 de Junio del 2025 
Los 25 camiones seguirán en Cartagena.
Mientras que el nuevo esquema de aseo en Bogotá pasó la prueba de fuego el pasado 25 de diciembre al lograr que el operador público Aguas de Bogotá y las cuatro empresas privadas Lime, Atesa, Aseo Capital y Ciudad Limpia alcanzaran una cobertura en la limpieza de la ciudad cercana al 90 por ciento, no ha sucedido lo mismo con el primer lote importado de camiones compactadores usados, para la recolección de basuras en la capital.
Los 23 compactadores, dos barredoras y un carro taller con destino a Aguas de Bogotá y que llegaron al puerto de Cartagena hace seis días, procedentes de Estados Unidos, podrían continuar allí retenidos por otros cinco días e, incluso, hasta comienzos de enero próximo.
Esto, a juzgar por la decisión de la Dirección de Impuestos y Aduanas (Dian) de tomarse ese tiempo para verificar los documentos exigidos para esa importación. Al mismo tiempo, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) dijo que este jueves emitiría su concepto fitosanitario sobre los equipos usados importados, varios de los cuales están oxidados, presentan residuos de basuras y plantas vivas, por lo que podrían objetar su traslado a Bogotá.
En medio de esos contratiempos, EL TIEMPO ha conocido más detalles y secretos de los dos contratos de arrendamiento que suscribieron Aguas de Bogotá y la Unión Temporal Aseo Districapital, por un valor total de 24.000 millones de pesos, para importar 160 compactadores y otros equipos usados.
El primer contrato de arrendamiento de 60 compactadores se firmó por 9.000 millones de pesos, el 7 de diciembre, es decir, 11 días antes de que entrara en funcionamiento el nuevo esquema de aseo dispuesto por el alcalde Gustavo Petro.
Este modelo dejaba en manos exclusivas del nuevo operador público (Aguas de Bogotá) la recolección de las 6.300 toneladas diarias de basuras que se generan en la ciudad. La firma no tenía equipos propios para operar.
El segundo contrato fue firmado el 13 de diciembre, por 15.000 millones, para importar las 100 compactadoras restantes, y en este documento se dio la instrucción de que esos equipos estuvieran en el país “lo más pronto posible”.
Por ese contrato, el importador quedó obligado a entregar los equipos “libres de embargos” y cumpliendo con la normatividad de tránsito, transporte, ambiente y demás normas requeridas para la entrada legal de tales equipos al país. De igual forma, el Distrito advirtió que dichos equipos deberían ser entregados en la base de operaciones de Aguas de Bogotá.
Dado que el Distrito aún no ha recibido legalmente esos equipos, los 25 que se encuentran en el muelle de Cartagena están pagando un bodegaje diario del equivalente a unos 532.000 pesos diarios. Es decir, el taxímetro por tres días de bodega (porque los tres primeros no se pagan) ya suma más de 1’596.000 pesos, que paga Internacional de Tanques.
Esta firma hace parte de la Unión Temporal Districapital, ganadora del contrato, junto con la firma Aseo Total E.S.P.
Este miércoles, se encontró que en la junta directiva de esta última empresa figura Óscar Salazar Franco, el mismo que en los años 90 fue socio de Darío Arturo Beltrán Ortiz, un exmilitante del M-19 al que algunos medios han señalado en los últimos días como una persona cercana al alcalde Gustavo Petro.
En diálogo con este diario, Beltrán dijo que no tuvo ninguna participación en el alquiler de los compactadores en Estados Unidos. “Desconozco el tema completamente. Desde 1995 no he tenido más vínculos con Salazar”, señaló.
El saliente gerente de Aguas de Bogotá, Mario Álvarez, dijo que la firma ganadora fue escogida por un comité técnico, que evaluó entre tres y cuatro propuestas, algunas de ellas internacionales.
Fuente Diario El Tiempo
