Preocupación porque el lenguaje crispado marque la campaña política en el país.
Altura. Ese es el común denominador que analistas y dirigentes políticos pidieron este martes, tras el escalamiento de las críticas del expresidente Álvaro Uribe contra su sucesor, a raíz de las agrias discusiones en torno a temas como el litigio con Nicaragua y el caso del exjefe de seguridad de la Casa de Nariño, general (r.) Mauricio Santoyo, condenado en Estados Unidos por colaboración con grupos paramilitares.
En un hecho que sorprendió, en su cuenta en Twitter Uribe llamó “canalla” a Santos, luego de que este afirmara que por petición suya se intentó designar a Santoyo jefe del Gaula y de la Policía de Inteligencia
La confrontación entre los dos líderes se remonta a comienzos de este gobierno, por la negativa de Santos a acatar directrices plenas de su antecesor. Desde entonces la pugnacidad en la contienda ha escalado, y la de anteayer fue una de las más fuertes.
El historiador y profesor Juan Carlos Flórez advirtió que “en Colombia la calentura de las palabras ha engendrado violencia” y recordó que “por la vía del lenguaje crispado, en la década del 40 del siglo pasado, el país desembocó en una de las épocas de mayor desestabilización”.
Juan Esteban Constaín, otro historiador y profesor de la materia, recordó que “en el caso colombiano la crispación ha sido siempre la gasolina del sectarismo y de confrontaciones muy dañinas”.
También los dirigentes políticos, incluso allegados a los protagonistas, pidieron ayer “altura” en el debate político.
“Asistimos a la polarización de una clase gobernante, mientras los colombianos esperan respuestas a la crisis que se viene encima”, dijo Clara López, presidenta del Polo.
El senador liberal Juan Fernando Cristo dijo que “Uribe se ha dedicado al matoneo verbal contra el presidente Santos y su gobierno, con el fin de eludir las explicaciones que le debe al país por episodios no aclarados, como el del general Santoyo y sus relaciones con los ‘paras'”.
Al pedir “altura” en el debate político, el presidente del Partido Conservador, Efraín Cepeda, dijo que “uno preferiría a los expresidentes ayudando a pensar, y creo que hay que hacer ese llamado para pensar en los temas serios de la patria”.
“Quisiera que la oposición fuera constructiva, crítica, pero que no se funde en insultos y agravios personales”, dijo el presidente de la Cámara, Augusto Posada.
El deterioro de este enfrentamiento llama más la atención, por lo que estas circunstancias pueden trazar la línea de la campaña presidencial que parece anticiparse.
Naranjo ‘asume’ responsabilidad
El general (r.) Óscar Naranjo precisó ayer que fue Santoyo quien le dijo que aspiraba a “asumir la dirección del Gaula” y que “contaba con el visto bueno del entonces presidente Uribe”. En diálogo con Caracol Radio, agregó que le informó al “entonces ministro (de Defensa) Santos” y tomaron la decisión de “no permitir su llegada a las direcciones”.