Sábado, 17 de Mayo del 2025 
Santa Fe enfrentará el miércoles a Real Garcilaso en cuartos de final de la Copa Libertadores.
Su rostro es inexpresivo. Solo sus labios se mueven cuando habla. Pero en cada palabra, Wilson Gutiérrez, el técnico de Independiente Santa Fe, se siente la satisfacción y el orgullo que vive por jugar los cuartos de final de la Copa Libertadores. Mañana, en Cusco (Perú), chocará con Real Garcilaso.
“Nos vamos optimistas a buscar un buen resultado. No será fácil, pues ya nos conocemos. Estamos mentalizados y con los objetivos claros”, dijo el entrenador en el muelle internacional del aeropuerto El Dorado, antes de subirse en el avión con destino a Lima.
Gutiérrez no confunde su optimismo con confianza y cree que los peruanos, a los que ya enfrentó en la fase de grupos (empate 1-1 en Cusco y triunfo 2-0 en Bogotá), serán tan complicados como cualquier otro rival: “Todos comenzamos de cero. Si estamos en cuartos es por algo. Todos nos lo hemos ganado. Vuelvo y repito: desde el primer partido que jugamos contra ellos dije que era un equipo fuerte y que iba a hacer cosa importantes. Ninguna llave es fácil, todos los partidos son muy bravos”, agregó el entrenador.
Gutiérrez se refirió a la experiencia ya vivida en Cusco. “Conocemos la cancha, sabemos cuáles son las fortalezas de las que nos debemos cuidar y las debilidades que debemos aprovechar. Ya sabemos cómo tenemos que jugar. Y ellos, claro, también nos conocen bien”, opinó.
El DT explicó que sus jugadores deben estar atentos al juego aéreo y controlar el balón, para no verse tan afectado por los 3.400 metros de altitud sobre el nivel del mar de Cusco.
“El sueño es llegar lo más lejos en la Copa, pero no puedo pensar en otro rival diferente a Garcilaso. Si seguimos en la competencia analizaremos al que viene”, dijo.
Se apagan las grabadoras. El técnico de Santa Fe, entonces, continúa su camino lento rumbo a inmigración. Un par de aficionados lo interceptan para tomarse una foto con él. Acepta con amabilidad, pero en el retrato la cara de Gutiérrez parece una estatua inexpresiva. La sonrisa será para cuando haya clasificado.
