Lunes, 19 de Mayo del 2025 
Nacional no pudo traducir en una victoria sobre Santa Fe toda la expectativa, la energía positiva, el ambiente festivo que se vivió ayer en la ciudad y con el 0-0 dejó la tarea del título para el juego del miércoles en Bogotá.
El Atanasio lució como en los viejos tiempos, pero el verde jugó como lo ha hecho en todo el semestre. Tuvo ráfagas de buen fútbol en las que no aprovechó las oportunidades de gol; algunas veces por la mala puntería y, en otras, por la actuación del portero visitante Camilo Vargas.
Un desborde de Stefan Medina que no pudo capitalizar Juan Pablo Ángel, a escasos segundos del inicio del partido, dejó la sensación que Nacional conseguiría la ventaja con la que viajaría a Bogotá por la estrella 12. Sin embargo, ese fútbol sólo se quedó en buenas intenciones.
Santa Fe le cerró los espacios al elenco antioqueño, que terminó el primer tiempo recurriendo al pelotazo. En la etapa complementaria, a la tribuna llegó el nerviosismo. Las más de 43 mil personas se llenaron de ansiedad y ese sentimiento sí se trasladó al campo de juego.
El encuentro necesitaba de un finalizador de juego, un hombre gol. Pero para el cambio en ataque sólo estaban Sherman Cárdenas y Fernando Uribe. Y es que en una decisión discutida, Juan Carlos Osorio decidió mandar a Jéfferson Duque a la tribuna.
El técnico se la jugó con Fernando Uribe por Juan Pablo Ángel, quien estuvo lejos de su nivel y fue evidente que el no haber estado en los últimos encuentros le afectó.
Sherman también ingresó a la cancha, pero Nacional se repetía en su juego. El vértigo, desespero y la falta de efectividad, eran protagonistas en el juego del local.
Al final, Nacional no ganó pero tampoco perdió y aunque el 0-0 se puede ver como una ventaja para los cardenales, vale la pena decir que con el Nacional de Juan Carlos Osorio nunca se sabe lo que pueda pasar.
