Con eventos culturales, que llegaron tanto a la zona urbana como a la rural, templetes musicales, reinado popular, desfiles de reinas, cabalgata y conciertos, los sincelejanos disfrutaron de las Fiestas del 20 de Enero o del Dulce Nombre de Jesús, uno de los santos patronos.
La gran ausente de las efemérides fueron las fiestas en corralejas, denominadas las más grandes del mundo. Razones de seguridad llevaron al alcalde de la capital sucreña, Jairo Fernández Quessep, a suspenderlas después de 20 años de haberse reanudado tras la tragedia de 1980, cuando los palcos se vinieron al piso por un torrencial aguacero que hizo ceder la inmensa estructura de madera que antes era de tres pisos.
Para quienes han vivido y gozan de la denominada fiesta brava, este año no hubo 20 de Enero en Sincelejo. Así lo expresa Carlos Cali, quien lleva 34 años lidiando toros en corralejas y fincas de reconocidos ganaderos sucreños.
“Nos quitaron este año nuestro sustento y, además, sacrificaron una tradición”, anotó Cali, para quien los seis días de corralejas le significarían entre dos y tres millones de pesos que bien le ayudan a solventar su situación económica durante buena parte del año.
Estas ganancias de Cali también las añoran hoy los vendedores de panes, jugos, fritos, sombreros y ponchos, así como los manteros, banderilleros y muleteros que aunque recorren varias plazas de corralejas en la región Caribe se lamentan de no haber estado en la de Sincelejo, donde según uno de sus organizadores, el abogado e historiador Inis Amador Paternina, en esta oportunidad se tuvo que cancelar un mundial de toros con participación diaria de cuatro ganaderías por tarde y no de dos, como tradicionalmente se realizan.
Melissa Cochero, Afanador Sierra y Bertilda Rosa no son criadores de toros bravos y mucho menos ganaderos, pero sí sincelejanos que añoran la fiesta en corraleja, por eso aunque salieron a ver los desfiles de fandangueros y carrozas —por demás muy coloridas— insistieron en que a las fiestas les faltó el toro.
Otra cosa expresa Pedro Murillo, un experto en cultura que dirige hace más de 20 años la Fundación Hijos de la Sierra Flor y quien considera que este año las fiestas que hoy culminan con dos templetes en las zonas norte y sur de Sincelejo, fueron mejores porque hubo un verdadero reconocimiento a la cultura, al potencial que existe en esta tierra, al tiempo que agradeció a los entes culturales de Sucre por haber tenido el Dulce Nombres de las Artes.
El médico Mufith Salaimán y la abogada Olga Barrios, presidente y vicepresidenta de la Sociedad Protectora de Animales en Sucre, fueron de los más complacidos con la no realización de las corralejas por cuanto en ellas el maltrato a los animales, en especial los caballos, es muy grande. No obstante, sin la realización de la fiesta brava un animal de estos que participó en la cabalgata perdió la vida en una calle de Sincelejo al ser arrollado por un vehículo que se dio a la huida y que dejó mal herido al jinete.
Por ello este 20 de enero en Sincelejo es un día más, aunque sea cívico según el Decreto 017, no es el más esperado por todos porque el gran mano a mano entre las mejores ganaderías no se dio.
Quedará entonces para recordar que entre el 7 y el 20 de enero de 2014 en Sincelejo hubo fiestas sin corralejas, pero por primera vez con la realización de dos reinados de la comunidad LGTBI; que contó con una reina infantil, María Gabriela González, más alegre que las anteriores; una reina central, Paula Andrea Correa Ochoa, más conocida por el pueblo, y la participación de delegaciones de Silleteros de Medellín, del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto y del Carnaval de Barranquilla.
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