Lunes, 17 de Junio del 2024 
Alba Reyes termina de saludar y ofrece excusas por las ojeras que, dice, le ha dejado el llanto de los últimos días. Pero reconoce que este martes en la noche, al salir del debate de control político a la ministra de Educación, Gina Parody, en el Congreso, y horas después de liderar un plantón en la Plaza de Bolívar, la sensación con la que terminó es más esperanzadora.
Una tutela suya interpuesta tras el suicidio de su hijo Sergio Urrego, por un acoso probado en un colegio de Cundinamarca, llevó a que la Corte Constitucional le ordenara al Ministerio de Educación Nacional (MEN) revisar los manuales de convivencia en las instituciones para evitar más casos de discriminación. El cumplimiento de esa sentencia, empero, generó una polémica nacional por lo que algunos sectores han llamado imposición de ideología de género en las aulas, por parte del Gobierno.
En entrevista con, Reyes habló sobre los hechos de los últimos días, en los que la figura de su hijo ha vuelto a cobrar protagonismo.
¿Cómo han sido las últimas semanas para usted y su familia?
No ha sido fácil. Acaba de pasar el segundo aniversario de la muerte de Sergio (el 5 de agosto), llegan las marchas (contra el Ministerio el 10 de agosto) y se genera un debate alrededor de la sentencia. Cuando todo empezó a volverse tan político y religioso consideré que debía dar la cara por ser la mujer que interpuso la tutela. Pero mi lucha no es solo por mi hijo, sino por muchos niños que hoy están pasando por lo mismo.
¿Cómo ha tomado las manifestaciones?
Hay una desinformación total. Muy seguramente quienes salieron a las calles lo hicieron por las cartillas gay falsas y porque para nosotros es muy difícil abordar el tema de sexualidad con nuestros niños, pero tenemos que hacerlo. Las personas no leen. El párrafo de la sentencia es muy corto y ni así lo leen. Acá no se está hablando únicamente de temas de diversidad por condición sexual, sino de diversidad en general, de tipos de matoneo y acoso escolar contra nuestros niños.
