Martes, 14 de Mayo del 2024 
Eran las 12:20 de la mañana en Colombia, las 7:20 en Madrid (España), cuando Paola Hernández, Mariana Quintana y su esposo y padre de la niña, Nairo, el que el domingo se coronó campeón de la Vuelta a España, llegaron al mostrador de Avianca en el aeropuerto de Barajas a comprar tres tiquetes en clase económica para el vuelo 027, con destino a Bogotá.
Nairo, en sus entrevistas entre domingo y lunes después del festejo del título, aseguró que se quedaría uno días en Europa con su familia, pero… “Viaje sorpresa para ver a mi familia, motor de mi vida. Pido un espacio con ellos. Y pronto celebraremos”, escribió el ‘Rey de España’ en su cuenta de Twitter.
Este martes se especuló con que el motivo del inesperado desplazamiento era que al ser embajador de la Unicef estaría en el lanzamiento de hoy de la carrera atlética 10K que realiza esa organización en Bogotá. “No podemos confirmar eso”, dijo Yurian Cano, del personal de la carrera.
Luis Quintana y Eloísa Rojas, los padres del campeón, no estuvieron el Madrid para la coronación. “Quiero estar ya en Colombia para ver a mis papás, a mi familia y a toda mi gente”, dijo Nairo en sus charlas con la prensa del lunes.
El viaje
Nadie sabía del viaje. Los trabajadores de Avianca en Madrid se asombraron al verlo. “Él (Nairo) tiene una sencillez sin límites. Se le ofreció un acceso a la sala VIP, pero quería estar entre la gente común y corriente. Él y su esposa son unas personas muy bonitas y agradecidas”, comentó Bertha Escudero, gerente de Avianca en Barajas y quien confirmó que, como cortesía, les imprimieron los pases de abordar con las sillas 7A, 7D y 7E de la clase ejecutiva.
El jefe de cabina le entregó la tarjeta Avianca donde expresaban su orgullo: “¡Felicitaciones, campeón! Gracias por hacer grande el nombre de Colombia. Esperamos que su historia deportiva continúe con éxito, entregándonos más alegrías a todos los colombianos”.
La gente que viajó a su lado cuenta que recibió apretones de mano y abrazos. “Estaba muy cansado y durmió todo el vuelo. No pidió nada especial en el servicio y se despertó para comer”, dijeron.
Algunos integrantes de la tripulación del avión, al mando del capitán Javier Jiménez, contaron que pocas palabras fueron las que cruzaron con el ciclista, pero dijeron que estaba ansioso de regresar al país, que decía que el objetivo era estar con su familia, estar concentrado y entrenar para lo que falta de la temporada. El avión aterrizó en la pista del aeropuerto El Dorado de Bogotá a las 11:55 de la mañana. El alboroto fue total.
La llegada
La nave, en la pista, fue mojada por el chorro del carro de bomberos, con el que homenajearon al campeón.Cuando el avión se detuvo, Nairo comenzó un corto camino entre la cabina y la salida del aeropuerto. El ciclista de Cómbita, de 26 años, y su familia salieron del avión y el camino estaba iluminado con las linternas que utilizan los auxiliares de rampa para enseñarles a los pilotos el camino en tierra. Ya en la sala, en la salida del túnel, Nairo fue recibido por la vicepresidenta de talento humano de Avianca, Ana María Rubio; el director de Aeropuertos del HUB de Bogotá y Suramérica, Darío Barrera, y el vicepresidente de Aeropuertos de Avianca, Carlos Monzón.
Paola recibió un ramo de flores, Mariana el oso de peluche que identifica a la mascota de la aerolínea, y a Nairo le entregaron una moneda con la imagen del Boeing 787-8 Dreamliner del que se acababa de bajar y la tarjeta que lo acredita como cliente especial.
Se dirigió al puente aéreo, estaba escoltado. Los únicos que supieron de la presencia del pedalista nacional en el aeropuerto fueron los empleados del terminal y los de Avianca.
Aún por la pista, los carros de servicio de la rampa pitaban y las personas que estaban por ese lugar siguieron aplaudiendo.
Viaje sorpresa para ver mi familia, motor de mi vida. Pido un espacio con ellos. Y pronto celebraremos.
Nairo observaba y agradecía las felicitaciones de la gente con una sonrisa. En ese momento, una foto con él era el premio mayor de la lotería, pero pocos se lo pudieron ganar.
Una vez se supo que Nairo Quintana venía a Bogotá, se coordinó todo para el recibimiento y el desplazamiento hacia el departamento de Boyacá, apenas el avión aterrizara, sin prensa ni homenajes.
Darío Barrera, director del aeropuerto, le dio la bienvenida y le comunicó que había coordinado con el equipo de seguridad de Telefónica -Movistar el proceso de salida del terminal: se subió a una camioneta rumbo a su casa en Boyacá, en la que descansa y celebra su hazaña.
