Viernes, 17 de Mayo del 2024 
Bogotá, 25 de enero de 2017 -. El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, recibió la visita de Dalila Cervantes, analista de políticas agrícolas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), quien señaló que Colombia va por buen camino en la destinación de más inversión en bienes públicos para el sector rural.
Vale recordar que Colombia hace parte del Comité de Agricultura de dicha organización, un foro donde los gobiernos trabajan conjuntamente para compartir experiencias y buscar soluciones a problemas comunes. Según la experta, “hemos observado que en estos últimos años ha habido un cambio en la política y los números nos lo muestran y es que hay más esfuerzos dirigidos a los servicios generales o bienes públicos, mientras que los apoyos a los precios vienen disminuyendo, creo que Colombia va en el camino correcto“, aseguró.
Sin embargo, resaltó que aún hay mucho por hacer frente al reto grande y crucial para poner las bases del desarrollo agropecuario. “Todo lo que tiene que ver con la tenencia de la tierra, áreas clave como innovación, infraestructura agropecuaria y riego, sistema de extensionismo y asistencia técnica, así como tener información fidedigna de mercados, es fundamental“, agregó la analista.
En Latinoamérica Chile es el modelo a seguir pues desde hace más de 25 años más de la mitad de su presupuesto va dirigido a bienes públicos y algunos subsidios dirigidos exclusivamente a pequeños productores, lo que le ha permitido poner las bases para un sector dinámico y exitoso.
“Sabemos que esto no se da de la noche a la mañana pero requiere de una continuidad en el presupuesto que se destina, es muy importante para poder dar seguimiento y hacer las inversiones correspondientes ya que en Colombia aún son demasiado modestos“, indicó Cervantes.
Puntualizó que lo interesante para Colombia es que apenas comienza con una política agro de largo plazo y tiene una buena oportunidad para dirigir hacia adelante esta visión y sobre todo en un escenario posconflicto, en donde el campo es el punto número uno.
