Por tercer año consecutivo, los llamados delitos de odio han aumentado en Estados Unidos y lo han hecho en un 17%, según el informe publicado hoy martes por el FBI (Oficina Federal de Investigación). De entre todas las cifras que el estudio publica existe una que es especialmente impactante: los ataques antisemitas crecieron un 37%.
“Estoy particularmente preocupado por el aumento de los delitos de odio antisemita, que ya son los delitos de odio religioso más comunes en Estados Unidos”, señaló el fiscal general interino, Matthew Whitaker, en un comunicado. Este dato llega después de que a finales del mes de octubre un tirador acabara con la vida de 11 personas mientras rezaban celebrando el sabbat, el día sagrado en la semana judía, en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania).
El FBI pone de manifiesto, sin embargo, que el número de agencias del orden reportando crímenes también ha aumentado, con cerca de 1.000 oficinas adicionales contribuyendo a los nuevos datos.
Las autoridades documentaron 7.175 delitos de odio el año pasado en todo el país, en comparación con los 6.121 registrados en 2016.
Más de la mitad de esos crímenes, aproximadamente tres de cada cinco, estuvieron motivados por cuestiones raciales o étnicas, mientras que uno de cada cinco fue por creencias religiosas.
De los más de 7.000 incidentes de esta índole que ocurrieron el año pasado, 2.013 fueron contra afroamericanos; 1.130 contra homosexuales y 938 contra judíos.
“El pueblo americano puede estar seguro de que este departamento ya ha tomado acciones significativas y decididas contra estos crímenes y que defenderá sus derechos de forma efectiva y vigorosa”, se lee en el comunicado que ha hecho público Whitaker. En palabras del fiscal general interino, el informe del FBI es “una llamada de atención” que además permite a las agencias del orden desarrollar estrategias de prevención. “Vamos a tomar nota de esa llamada”, insiste.