Jueves, 16 de Mayo del 2024 
Bogota Septiembre 25 de 2023. Con cinco mesas de diálogo, 23 representantes a la Cámara tendrán la tarea, por medio de una comisión accidental, de darle legitimidad y nivel técnico a la reforma al sistema de salud que impulsa el Gobierno nacional. Un proyecto que cumple siete meses de radicado en el Congreso y solo ha superado uno de cuatro debates y a su paso ha dejado un manto de denuncias por presuntos vicios de trámite.
Pero también una puja política en la que la militancia del Pacto Histórico la ha defendido a ultranza, con la ayuda de votos del Partido Liberal y del Partido de la U, y con una débil cohesión de partidos que está por desbaratarse.
Este viernes se cumple el plazo de 10 días para que esa comisión rinda un informe sobre lo que concerten los congresistas participantes. ¿Cómo se llevará a cabo ese trabajo? Sobre el plazo, expresó que se dejó claro que si no les alcanza el tiempo “el viernes se radicará un informe parcial solicitando mayor tiempo de discusión”.
Y no es para menos. Al fin y al cabo se está debatiendo sobre el futuro de un sistema de salud que lleva 30 años de construcción y que con sus luces –como el aseguramiento universal, el bajo gasto de bolsillo y su sistema solidario– y sombras –como el bajo número de especialistas, la demora en asignación de citas y el mal servicio de ciertas – se ha destacado como uno de los más garantistas e inclusivos.
“En las mesas van a poder participar médicos, académicos, pacientes y usuarios”, dijo el representante Andrés Forero (Centro Democrático). Entre tanto, el coordinador Alfredo Mondragón expresó que lo que se aborde en esas temas “va a ser insumo para el debate que será a partir del miércoles, jueves y viernes”.
Se trata de una tarea titánica y que, incluso, puede irse para largo. Sobre todo cuando se aborde la sostenibilidad financiera, el aseguramiento en salud y el papel de las EPS –a las que varios congresistas ven como enemigas que no deben estar en el sistema–.
Largo o corto, la idea de esta comisión accidental es que la mayoría de proposiciones que se han presentado sean incorporadas y así en la Plenaria de Cámara puedan discutir los 155 artículos de la reforma con sus consensos. Lo cierto es que las elecciones regionales quedarán a la vuelta de la esquina: unos comicios que suelen ser un plebiscito de apoyo o rechazo al gobierno de turno.
Solo el paso de los días mostrará si el tiempo de trabajo de esta comisión dará buenos frutos y si la intención del llamado al diálogo nacional del presidente era consensuar para avanzar o ganar tiempo para imponer. Aun así, el sambenito de los vicios de trámite continuará hasta que la reforma se apruebe o se caiga.
Con cinco mesas de diálogo, 23 representantes a la Cámara tendrán la tarea, por medio de una comisión accidental, de darle legitimidad y nivel técnico a la reforma al sistema de salud que impulsa el Gobierno nacional. Un proyecto que cumple siete meses de radicado en el Congreso y solo ha superado uno de cuatro debates y a su paso ha dejado un manto de denuncias por presuntos vicios de trámite.
Pero también una puja política en la que la militancia del Pacto Histórico la ha defendido a ultranza, con la ayuda de votos del Partido Liberal y del Partido de la U, y con una débil cohesión de partidos que está por desbaratarse.
Este viernes se cumple el plazo de 10 días para que esa comisión rinda un informe sobre lo que concerten los congresistas participantes. ¿Cómo se llevará a cabo ese trabajo?
Las mesas de trabajo girarán en torno a las grandes temáticas del proyecto de ley. La primera, sobre las gestoras de salud (en lo que se convertirían las actuales EPS) y la Administradora de Recursos de Salud (la entidad que maneja la plata del sector); la segunda, sobre disposiciones generales y transitorias; la tercera, sobre el régimen laboral; la cuarta, tratará los temas de información, participación y de inspección, vigilancia y control, y la quinta tratará la organización del sistema.
En el desarrollo de esas mesas de trabajo habrá participación abierta según consideren los coordinadores de la comisión: Alfredo Mondragón (Pacto Histórico) y Martha Alfonso (Alianza Verde).
Una fuente que conoció de primera mano el desarrollo de la primera reunión que los 23 congresistas sostuvieron la semana pasada contó que el ambiente fue ameno y con tono conciliador hacia el diálogo.
De hecho, el primer consenso entre todos es que el tiempo de acción de esta comisión es más bien cortica y que lo más probable es que le pidan al presidente de la Cámara de Representantes, el liberal Andrés Calle, que les dé hasta una semana más para rendir el informe que deben presentar sobre el articulado.
“La reunión fue muy propositiva, hubo mucho diálogo y se respetaron y contribuyeron para que todo se desarrollara de forma tranquila”, dijo esta fuente.
Sobre el plazo, expresó que se dejó claro que si no les alcanza el tiempo “el viernes se radicará un informe parcial solicitando mayor tiempo de discusión”.
Y no es para menos. Al fin y al cabo se está debatiendo sobre el futuro de un sistema de salud que lleva 30 años de construcción y que con sus luces –como el aseguramiento universal, el bajo gasto de bolsillo y su sistema solidario– y sombras –como el bajo número de especialistas, la demora en asignación de citas y el mal servicio de ciertas – se ha destacado como uno de los más garantistas e inclusivos.
“En las mesas van a poder participar médicos, académicos, pacientes y usuarios”, dijo el representante Andrés Forero (Centro Democrático). Entre tanto, el coordinador Alfredo Mondragón expresó que lo que se aborde en esas temas “va a ser insumo para el debate que será a partir del miércoles, jueves y viernes”.
Se trata de una tarea titánica y que, incluso, puede irse para largo. Sobre todo cuando se aborde la sostenibilidad financiera, el aseguramiento en salud y el papel de las EPS –a las que varios congresistas ven como enemigas que no deben estar en el sistema–.
Largo o corto, la idea de esta comisión accidental es que la mayoría de proposiciones que se han presentado sean incorporadas y así en la Plenaria de Cámara puedan discutir los 155 artículos de la reforma con sus consensos. Lo cierto es que las elecciones regionales quedarán a la vuelta de la esquina: unos comicios que suelen ser un plebiscito de apoyo o rechazo al gobierno de turno.
Solo el paso de los días mostrará si el tiempo de trabajo de esta comisión dará buenos frutos y si la intención del llamado al diálogo nacional del presidente era consensuar para avanzar o ganar tiempo para imponer. Aun así, el sambenito de los vicios de trámite continuará hasta que la reforma se apruebe o se caiga.
Las mesas de trabajo girarán en torno a las grandes temáticas del proyecto de ley. La primera, sobre las gestoras de salud (en lo que se convertirían las actuales EPS) y la Administradora de Recursos de Salud (la entidad que maneja la plata del sector); la segunda, sobre disposiciones generales y transitorias; la tercera, sobre el régimen laboral; la cuarta, tratará los temas de información, participación y de inspección, vigilancia y control, y la quinta tratará la organización del sistema.
En el desarrollo de esas mesas de trabajo habrá participación abierta según consideren los coordinadores de la comisión: Alfredo Mondragón (Pacto Histórico) y Martha Alfonso (Alianza Verde).
Una fuente que conoció de primera mano el desarrollo de la primera reunión que los 23 congresistas sostuvieron la semana pasada le contó a EL COLOMBIANO que el ambiente fue ameno y con tono conciliador hacia el diálogo.
De hecho, el primer consenso entre todos es que el tiempo de acción de esta comisión es más bien cortica y que lo más probable es que le pidan al presidente de la Cámara de Representantes, el liberal Andrés Calle, que les dé hasta una semana más para rendir el informe que deben presentar sobre el articulado.
“La reunión fue muy propositiva, hubo mucho diálogo y se respetaron y contribuyeron para que todo se desarrollara de forma tranquila”, dijo esta fuente.
