Barcelona, 27 de Mayo ddel 2025.- Un grupo de estudiantes ha dado un giro sorprendente a la forma de generar electricidad . Utilizando un recurso tan inesperado como la orina , han desarrollado un dispositivo capaz de producir energía durante seis horas con solo un litro. Este invento, que ya ha comenzado a captar la atención internacional, promete abrir nuevas vías para la energía sostenible , sobre todo en contextos donde el acceso a la La electricidad es limitada. La propuesta fue presentada en un concurso de innovación y ya se perfila como una solución revolucionaria.
Cuatro estudiantes nigerianas de entre 14 y 15 años lograron crear un generador eléctrico a partir de materiales caseros y accesibles. Utilizando botellas de plástico, tubos, alambres y papel de aluminio, idearon un sistema que transforma la orina humana en energía eléctrica . Esta propuesta fue presentada durante la feria científica Maker Faire Africa , donde no solo se formó al jurado, sino que también ganó el primer premio.
El funcionamiento del dispositivo se basa en un principio químico conocido como electrólisis . La orina contiene urea , que, al ser descompuesta mediante este proceso, libera electrones que se canalizan para generar electricidad. El sistema puede producir una corriente constante durante seis horas por cada litro de orina. Aunque el prototipo es rudimentario, su eficiencia y bajo costo lo convierten en una opción viable para contextos con escasez de recursos energéticos o donde el acceso a una tarifa de luz estable es complicada.
El proyecto no solo destaca por su originalidad , sino también por su aplicabilidad . Las jóvenes creadoras argumentan que este tipo de solución podría ser especialmente útil en:
Zonas rurales.
Campamentos de refugiados.
Lugares sin acceso estable a energía eléctrica.
Además, al aprovechar un recurso que normalmente se desea, se promueve un enfoque ecológico y autosostenible . El invento ha sido celebrado como un ejemplo de cómo la educación y la creatividad pueden converger para resolver problemas reales .
El corazón del invento reside en el proceso de electrólisis , una reacción química en la que una corriente eléctrica descompone un compuesto. En este caso, la orina actúa como un electrolito que, al ser sometido a una corriente continua, libera hidrógeno y otros componentes útiles para la generación de energía. La urea , presente en alta concentración en la orina, es el componente clave que permite esta transformación energética.
El sistema diseñado por los estudiantes utiliza:
Electrodos de aluminio y cobre.
Circuito básico.
Orina como fluido conductor.
Al introducir la orina, comienza la reacción que genera una corriente eléctrica continua. Esta corriente, aunque no es lo suficientemente fuerte como para alimentar electrodomésticos grandes, sí puede utilizarse para cargar dispositivos pequeños , como móviles , linternas o radios. En contextos de emergencia o zonas sin red eléctrica, este tipo de energía podría marcar una gran diferencia.
Además, el proceso de electrólisis con orina tiene una ventaja adicional: la generación de hidrógeno . Este gas, aunque en pequeñas cantidades, también podría aprovecharse como fuente de energía alternativa . Los estudiantes reconocen que aún se encuentran en una fase inicial del desarrollo y que el sistema requiere mejoras en seguridad y almacenamiento . Sin embargo, el principio científico detrás de su funcionamiento ya ha sido validado , lo que abre la puerta a futuras investigaciones y desarrollos tecnológicos más avanzados para reducir el consumo energético de manera eficiente.
Este logro no solo pone en el foco a las jóvenes inventoras , sino también al modelo educativo que lo hizo posible. La participación en la feria científica Maker Faire Africa fomenta un enfoque práctico de la ciencia , en el que los estudiantes son incentivados a experimentar, investigar y proponer soluciones a problemas del mundo real.
El concurso Maker Faire Africa , donde presentó su generador, es otra pieza clave de este ecosistema de innovación . Este certamen busca fomentar el pensamiento creativo y científico entre los jóvenes, desafiándolos a resolver retos concretos mediante soluciones tecnológicas . En este contexto, la propuesta basada en la orina no solo destacó por su viabilidad técnica , sino también por el impacto social que puede generar si se implementa adecuadamente.
Las estudiantes ya han sido contactadas por organizaciones interesadas en conocer más sobre su proyecto. Aunque aún se trata de un prototipo , su potencial de escalabilidad es evidente. Las ideas nacidas en el aula pueden, como demuestra este caso, trascender los muros escolares y convertirse en herramientas reales para:
Mejorar la vida de millas de personas.
Impulsar nuevas formas de energía limpia.
Inspirar a futuras generaciones científicas.
En un mundo que necesita desesperadamente nuevas formas de energía limpia, esta iniciativa escolar marca un precedente inspirador que también puede contribuir a reducir nuestra huella de carbono .
Fuente: papernest.es