Lima, 28 de Octubre del 2025.- Probablemente hayas escuchado innumerables veces la absurda pregunta: “¿Sabías que la niña de ‘El Exorcista’ murió durante el rodaje?”. El incidente, de hecho, no le ocurrió a Linda Blair, la diabólica Regan McNeil de la película de 1973, sino a Heather O’Rourke, la dulce Carol Ann Freeling, de la trilogía “Poltergeist” (que comienza en 1982), uno de los capítulos más oscuros, sobre todo fuera de la pantalla, del género de terror. Con un perfil angelical, Heather ya había llamado la atención de directores y productores al aparecer en varios anuncios de McDonald’s desde 1980, así como en la cuarta temporada de “Fantasy Island” en 1981, en el episodio “Elizabeth’s Baby”. Más tarde, se unió al elenco de la serie “Happy Days” durante 12 episodios entre 1982 y 1983, curiosamente interpretando a otra Heather (de la familia Pfister). A pesar de su corta carrera, la rubia también ganaría un Premio Artista Joven por su trabajo en “Webster”, en la categoría de “Mejor Actriz Joven en una Serie de Televisión” en 1985.
Sin embargo, fue sin duda “Poltergeist”, producida por Steven Spielberg, la que catapultó a Heather al estrellato mundial, y cuyo “fenómeno” fue tan rotundo que daría lugar a dos secuelas más (en 1986 y 1988) y un remake mediocre en 2015. Con tres nominaciones al Óscar, la primera película, estrenada en 1982 y dirigida por Tobe Hooper, fue el octavo éxito de taquilla en los cines estadounidenses ese año. Con la oleada de secuelas taquilleras de la época, la difícil situación de la familia Freeling, atormentada por espíritus indígenas en las profundidades del suelo de su casa (un antiguo cementerio tribal profanado), no fue la excepción. O’Rourke, quien apareció en las tres películas como Carol, tenía doce años en su última aparición en la trilogía y ahora lucía visiblemente hinchada y demacrada. Al parecer, la causa comenzó en 1987 (un año antes del estreno de “Poltergeist III”), cuando la joven contrajo giardiasis por agua contaminada en la propiedad de sus padres. Por si fuera poco, la actriz revelaría más tarde que padecía la enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria intestinal autoinmune crónica. Esta enfermedad incurable también podía afectar otras partes del tracto digestivo.
Entre las frecuentes sesiones de tratamiento y las inyecciones de cortisona en el set de “Poltergeist III”, Heather luchaba por mantenerse al día con el calendario de rodaje. El 1 de febrero de 1988, aquejada de gripe, la actriz se desmayó en casa y fue trasladada de urgencia al Hospital Infantil de San Diego, donde sufrió un paro cardíaco en el camino. Durante su hospitalización, se descubrió que en realidad tenía estenosis pilórica, no la enfermedad de Crohn, como se había confirmado previamente. La estenosis pilórica es una obstrucción en la región entre el estómago y el intestino, que impide el paso natural de los alimentos. Por lo tanto, la paciente necesitaba una cirugía urgente para detener la progresión de la enfermedad mal diagnosticada. Sin embargo, durante la recuperación, sufrió un segundo paro cardíaco. Y, lamentablemente, a primera hora de la tarde, Heather perdió la batalla contra la muerte por una obstrucción intestinal aguda, agravada por un shock séptico, según el informe oficial. Lo cierto es que la estenosis pilórica (o estenosis congénita) sería mucho más sencilla de tratar y curar, a diferencia de la imaginaria enfermedad de Crohn, que terminó llevando al equipo médico a una cirugía de emergencia fallida, seguida del fatídico shock séptico.
Nacida en San Diego el 27 de diciembre de 1975, Heather Michele O’Rourke habría cumplido 50 años este año, 2025. Y, para conmemorar la figura de esta mujer que se convertiría en una de las actrices infantiles más icónicas de Hollywood, el diseñador brasileño Átila Soares da Costa Filho presenta una proyección de cómo luciría la pequeña Heather a los cincuenta: “Se realizaron experimentos con tres programas de software de regresión de edad de inteligencia artificial, además de dos programas de edición de imágenes. También realicé algunos ajustes artísticos por mi parte. La idea era lograr la apariencia posible de una Heather radiante, algo muy alejado del universo macabro de la trilogía que la hizo mundialmente famosa. No tengo nada en contra —de hecho, he visto todas las películas de la franquicia—, pero creo que su apariencia se adapta mejor a un mundo de luz, no de oscuridad”, concluye el profesor Átila Soares, especialista en Arte y Tecnología, Antropología y Arqueología. Átila también es el autor del proyecto para reconstruir el rostro de la “princesa Disney” y líder Powhatan Pocahontas (1594-1617), cuyos resultados fueron avalados por la Fundación Pocahontas de Gloucester, Virginia. Otro de sus experimentos fue el rejuvenecimiento de “Tora”, una anciana del siglo XIII cuyos restos fueron objeto de estudio en el Museo de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Los resultados presentados por Átila fueron confirmados por la arqueóloga principal del equipo, la Dra. Elena Grav. El profesor también es miembro de los comités científicos del consejo del anuario académico “Ciencia de la Conservación en el Patrimonio Cultural” / Universidad de Bolonia – Universidad La Sapienza (Roma) – Universidad de Sevilla (España), de la Fundación Mona Lisa (Zúrich), la Fundación Leonardo da Vinci (Milán), el “Centro Studi Leonardeschi” (Varese, Italia) y el “Comité Nacional para la Valorización del Patrimonio Histórico, Cultural y Ambiental” (Roma).
