Este muscle car no sólo ha hecho historia en el mundo automotriz, sino también en el mundo cinematográfico pues, desde sus inicios, ha participado en importantes películas como “Goldfinger” en 1964 o “Bullit” en 1968, destacando como un ícono pop.
Esta innovación consiste en un radar y un sistema de sensores externos que ayudan a identificar cuándo una puerta que está por abrirse puede causar una colisión.