Viernes, 26 de Abril del 2024 
En una gran controversia ha derivado la decisión en primer debate, del Concejo de Bogotá, de aprobar la instalación de dispensadores de condones en baños públicos de universidades, restaurantes, bares y discotecas. Así mismo en portales de Transmilenio.
Este proyecto presentado por la concejal de la capital colombiana, Liliana de Diago, ha dividido opiniones en tanto que sus defensores lo apoyan por ser una medida que contribuye a la salud pública, la prevención en la transmisión de enfermedades sexuales como el VIH Sida y embarazos no deseados.
“Cuando se instalan los dispensadores de condones con fácil acceso para los ciudadanos se contribuye a la salud pública, se entrega una mayor discreción y se concientiza sobre su uso; en países como México, Chile, Ecuador, Argentina entre otros se ha logrado una gran disminución de los índices gracias a su instalación”, dijo la Concejal durante la argumentación del proyecto.
Así mismo, el recto de la Universidad Externado de Colombia y expresidente de la Corte Constitucional, Juan Carlos Henao, señaló que es una buena medida que tiene que adoptarse en espacios en los que hay mayor población de jóvenes.
“Me parece más peligrosa una promiscuidad sin preservativos, porque la promiscuidad es algo personal”, señaló Henao al portal Kienyke.
Por su parte, una porción de la ciudadanía bogotana está en contra de la medida y ha sugerido campañas sociales en las que eduque a los jóvenes sobre los riesgos de llevar una mala vida sexual. De igual forma, otros concejales han criticado la medida por los problemas para la consecución de los recursos que promueva y suministre los condones.
“La misma Secretaría de Salud consideró que ellos no tienen el personal suficiente ni la infraestructura para hacer el control y asegurar el cumplimiento de la norma. Entonces el proyecto tendría un gran impacto fiscal porque no se sabría de dónde provendrían los recursos para comprar los dispensadores”, dijo a KienyKe María Victoria Vargas, concejal del Partido Liberal.
Otros integrantes del concejo capitalino rechazaron la propuesta por motivos morales y religiosos.
De acuerdo con cifras de las autoridades de salud de Bogotá, en 2013 se presentaron más de 1.600 casos de contagio de enfermedades de transmisión sexual en esta ciudad.
