Martes, 21 de Mayo del 2024
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El segundo clásico también fue de Millonarios; 2-1 venció a Santa Fe

Publicado el 03/03/14

Con goles de Omar Vásquez y Luis Delgado, el equipo azul derrotó al rojo en el clásico capitalino.

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En un buen partido, en el estadio El Campín este domingo, Millonarios derrotó 2-1 a Santa Fe en el segundo clásico de la Liga Postobón 2014-I y llegó a 15 puntos en el torneo y ganó una casilla: ahora es sexto en la tabla de posiciones.

Luis Delgado se paró frente a la pelota con una mirada desafiante. Tomó poca distancia, uno, dos pasos máximo. Candelo lo acompañaba, distraía. La barrera de Santa Fe, numerosa, se amontonaba. Ahí, en ese instante de suspenso, cuando el clásico estaba 1-1, cuando quedaban menos de 15 minutos (iban 34 de la segunda parte), Delgado dio sus dos pasos e impactó la pelota, pierna derecha, con efecto, con altura suficiente para superar esa muralla y caer justo al arco, acomodándose en el palo derecho que custodiaba impotente, el arquero Zapata. ¡Goool! Delgado, el arquero, lo gritó como delantero, y fue un alarido sin incredulidad: es el segundo gol que hace de tiro libre en esta Liga, y esta vez desempató el clásico.

El partido fue como mejor pueden ser los clásicos: con lucha, con vehemencia, con opciones, con goles. Los hinchas cardenales, escasos, casi alborotan cuando el ‘Pulpo González cazó una pelota refundida, unos metros adelante de la mitad de la cancha, y la mandó a un arco desprotegido: Delgado estaba fuera de su área. Se salvaron. Iban solo 13 minutos. Millonarios respondió de inmediato, a los 15, cuando se juntaron y tejieron: Vargas a Dayro, pase atrás, Máyer con un remate al palo, otro remate de Robayo que golpeó en un defensa, de nuevo Millonarios con Leudo, otro rechazo… Respiraron azules y rojos.

Pero el gol se presentía, para uno o para el otro. Y llegó por donde era más probable para Millonarios. Por la débil zona derecha de Santa Fe. Dayro con un pase entre los confundidos Anchico y Urrego, y Vásquez, punteando la pelota por encima de Zapata, que salió al achique, rompió la igualdad: 1-0, 36 minutos.
Quedaba una eternidad de clásico, y quizá el tiempo corría más rápido para los rojos –así parecer ser cuando se va perdiendo–. Por eso el inicio del periodo final mostró un Santa Fe insistente, presuroso. Fue cuando a los 15 apareció su mejor jugador, el que hasta en media pierna marca los ritmos de su equipo, Pérez. Cuero prendió la moto por la derecha, se coló en el área, pasó la pelota al ‘Pulpo’, cuyo error al impactarla se la dejó de carambola al ‘10’, y este pateó con el corazón, y aunque una mano irreverente de Cadavid despejó la pelota, esta ya había cruzado la línea de gol. 1-1.
El clásico estaba vivo, impredecible, probable para cualquiera. El tiempo ahora se agotaba para ambos, insatisfechos con la igualdad,
Entonces Millos ganó una falta cerca del área. Delgado, como ya le había anotado al Once Caldas, hace semana y media –esa vez empataron, en el arco norte, este domingo fue en el sur–, volvió a pedir la pelota. Ya nadie lo miró con sorpresa ni con escepticismo, quizá sí con un suspenso eterno que se quebró con esa ejecución, con ese grito de gol.

Luego, cuando Santa Fe rugía por el empate, cuando quedaban segundos, cuando quizá en Millonarios había angustia, el propio Delgado voló para desviarle un misil a Torres. Ya qué más duda quedaba: Delgado fue goleador, fue atajador, fue verdugo.

Informacion Eltiempo.com



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