Viernes, 3 de Mayo del 2024
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En bar de Suba planearon robo de armas: Policía

Publicado el 26/01/15

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Una arepa y una gaseosa en las que habría un sedante fue lo que dejó tendido en el piso al agente de la Policía encargado de la seguridad, la noche del 4 de diciembre en la Estación de Carabineros de Suba, norte de Bogotá, de donde fueron robadas 14 pistolas y 3 fusiles.

Eso fue lo último que recordó el uniformado, que al despertar contó a sus superiores que el patrullero Sergio David Fernández, asignado a la Dirección de Carabineros de la Policía (Dicar), le llevó ese día.

El patrullero, capturado el viernes en una operación en la que también fueron detenidas otras tres personas en Bogotá y Cúcuta, se había convertido en el primer sospechoso desde que la Policía Metropolitana se percató, en la madrugada del 5 de diciembre, del insólito hurto del armerillo.

Investigadores de la Sijín aseguran que los policías que ese día estuvieron de turno contaron que vieron, hasta eso de las 11 de la noche, al patrullero Fernández merodeando en el lugar, pese a que ya no trabajaba allí y además estaba de vacaciones. (Lea también: Ministro de Defensa calificó de absurdo robo de armas a la Policía)

Esa misma madrugada lo encontraron en un bar cerca de la estación. Confirmó que había estado en el sitio, pero, supuestamente, esperando que le pagaran una deuda.

En la investigación, realizada por la Sijín de la Policía de Bogotá, se estableció que nadie le debía dinero, y que por el contrario habría estado en la estación para entregarle la comida al agente. También, que una vez el agente cayó sedado, él mismo habría entrado al armerillo y empacado las armas en dos morrales negros que entregó a Yader Martínez Botía y a Jenny Carolina Díaz –los otros detenidos–, quienes lo esperaban en un carro.

Días antes, el patrullero había sido visto con Duván Toro Pineda, el otro capturado y quien es señalado de intentar negociar las armas en el mercado negro.

Aunque aún está por establecer si el destino eran las bandas criminales, contra él hay comunicaciones con el patrullero.

“Las armas las sacaron por un lado de la estación. Luego los tres se fueron en el carro de Yader. Al patrullero lo dejaron en los bares y ellos continuaron hasta una bodega donde guardaron los morrales”, dice un oficial que lideró el proceso. En diciembre la Policía recuperó las armas en una bodega en Suba.

Para ubicar a los señalados responsables fue clave la información entregada por una fuente que se acercó a la Policía. Contó que Yader y su familia tenían bares en el sector de Suba y que el patrullero solía reunirse con ellos allí.

Precisamente en esos locales, de acuerdo con la Policía, el patrullero (que llevaba 4 años de servicio) habría propuesto a los tres detenidos robar las armas. Tanto Yader como la mujer, en embarazo, tienen antecedentes por hurto; y Toro Pineda por tráfico de estupefacientes.

La fuente también contó que ante la persecución, la pareja optó por salir de la ciudad. Estuvieron en Ibagué, Bucaramanga y Cúcuta, donde fueron capturados. El fin de semana un juez de Paloquemao les dictó medida de aseguramiento. A la mujer le concedió casa por cárcel.

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