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Lluvias y dengue: se debe extremar la vigilancia

Publicado el 13/06/22

En este momento, el país afronta el incremento de casos del SARS-CoV-2, de infecciones respiratorias agudas y de dengue, lo que representa un motivo de preocupación para las autoridades sanitarias, que buscan mantener en niveles aceptables las salas de urgencias de los centros de salud.

Uno de los aspectos que influye en este escenario es la temporada invernal, cuyo incremento está protagonizado por el fenómeno de La Niña, que según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), estará presente en Colombia hasta finales de año.

El epidemiólogo Fernando Pío de la Hoz, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), advierte que la última epidemia en el país fue en 2020, y considera que una próxima se podría presentar a finales del presente año.

Según el boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS), con corte al 26 de marzo se han registrado 21.576 casos de dengue, de los cuales 10.233 (47,4 %) no presentaron signos de alarma, 10.953 (50,9 %) con signos de alarma, y 390 (1,8 %) de dengue grave.

El docente menciona que el dengue es una enfermedad autocontenida, es decir, que en la mayoría de los casos se resuelve solo, de manera espontánea.

Sin embargo, explica que “una vez la persona tiene un síndrome severo el manejo no es tan fácil y requiere atención hospitalaria, hay que transfundir al paciente con líquidos y se debe hacer de manera cuidadosa, porque cuando pasan los síntomas agudos, el líquido que se perdió en los vasos sanguíneos regresa, y si los médicos tratantes no han sido cuidadosos, la persona puede tener complicaciones adicionales”.

En promedio en Colombia mueren entre 10 y 100 personas por casos graves de dengue. “Dado que las epidemias de dengue afectan a un número importante de personas, puede haber un aumento significativo de ingresos de urgencias”, dijo Pío de la Hoz.

Aunque entre las recomendaciones de las autoridades se sugiere intensificar la vigilancia, buscar casos, hacer un adecuado control vectorial y trabajar con las comunidades con el fin de concientizarlas acerca del correcto almacenamiento de agua, el uso de toldillos y la consulta temprana a los servicios de salud, lo cierto es que la transmisión de dengue está muy asociada con la desigualdad social y a la pobreza.

El profesor De la Hoz menciona entre otras causas, el crecimiento desordenado de las poblaciones, la falta de infraestructura de saneamiento básico y la deficiencia en las condiciones de salubridad lo cual ha hecho de América Latina una región altamente susceptible a grandes epidemias en los últimos 40 años.

“Las epidemias son cada vez más cercanas: mientras hace unos 30 años sucedían cada cinco años, hoy se presentan cada dos o tres años, en parte por el clima, pero en mucha mayor proporción por la movilidad del campo a la ciudad y el crecimiento desordenado de los entornos urbano”, anota.

Según el académico, los esfuerzos por combatir el dengue son infructuosos porque en la mayoría de los casos la calidad de vida de las personas no mejora.

Control de vectores

La entomóloga médica Martha Lucía Quiñones, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAL, recuerda que los principales transmisores de enfermedades como dengue, zika y chikunguña son los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus.

“Cada hembra pone entre 80 y 100 huevos por postura (cada 5 días) en depósitos asociados con el agua, por ejemplo en las paredes internas de las albercas, y estos huevos resisten por mucho tiempo la desecación, lo cual les permite sobrevivir hasta un año”.

Asimismo, “las hembras infectadas con el dengue lo transmiten a sus crías de manera que estos nacen infectados lo que incrementa el riesgo de transmisión del virus”.

Con respecto al Aedes albopictus, afirma que se trata de una especie invasora con capacidad de dispersión muy grande, que se detectó por primera vez en Leticia en 1998 proveniente de Brasil; posteriormente se identificó en Buenaventura en 2001. Este mosquito es un vector importante de dengue en Asia.

La profesora indica que “Aedes aegypti suele estar más asociado con los humanos, por eso habita en las casas, pone sus huevos en albercas, floreros, inodoros, entre otros; por el contrario, el Aedes albopictus suele habitar espacios peridomicilio o bosques aledaños como cáscaras de coco, vainas de cacao, bambú, huecos de árboles y charcos en rocas, lo cual dificulta el control de esta especie por parte de las autoridades sanitarias”.

Entre las recomendaciones que ofrece la profesora, se encuentra la participación de las familias en actividades como lavar y cepillar tanques y albercas, perforar las llantas ubicadas en los parques infantiles que pueden contener aguas estancadas en episodios de lluvia.

También menciona que existen otras formas de control con herbicidas químicos y controladores biológicos como peces o nemátodos que se alimentan de larvas. Y en los casos de brote las Secretarías de Salud utilizan insecticidas para bajar rápidamente las poblaciones de mosquitos.

Los aportes de los expertos se realizaron durante una reciente emisión del programa #SaludUNALcontigo, de la Facultad de Medicina de la UNAL.

Pie de foto: Aedes aegypti es el mosquito transmisor del dengue que se presenta en zonas urbanas con altitudes inferiores a 2.200 metros sobre el nivel del mar.

 

Fuente: Diario Occidente



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