Cardenales volverán a votar esta tarde, mediodÃa hora de Colombia, en la Capilla Sixtina.
La fumata negra de este miércoles por la mañana en el Vaticano indicó al mundo que los 115 cardenales reunidos en cónclave en la Capilla Sixtinano habÃan elegido todavÃa al sucesor de Benedicto XVI.
Más de 3.000 personas, entre ellos grupos de italianos y estadounidenses con banderas, estaban presentes en la plaza de San Pedro a las 11:40 GMT (5:40 de la mañana hora colombiana) de esta jornada lluviosa, cuando la chimenea de cobre situada a la derecha de la basÃlica empezó a escupir un humo menos denso que el del dÃa anterior.
Los cardenales iniciaron una primera votación el martes y realizaron dos más el miércoles por la mañana, sin un resultado concluyente. El miércoles por la tarde se realizarán otras dos votaciones. El resultado se conocerá entre las 10 de la mañana y el mediodÃa, hora colombiana.
“¿Decepción? ¡Nunca! Siempre esperando con esperanza e ilusión. El Señor está aquÔ, declaró una monja peruana, la hermana Consuelo, de la Congregación de las Canonesas. La fumata fue el resultado de dos votaciones matutinas de los cardenales electores, que llevarán a cabo dos rondas más durante la tarde.
En la capilla Paulina concelebraron misa antes de entrar en la Sixtina, distante pocos metros, alrededor de las 3:30 de la mañana, hora de Colombia.
Una vez en la capilla Sixtina, los prelados rezaron primero las laudes de la Liturgia de las horas e inmediatamente después comenzó la segunda votación, después de que la primera, realizada en la tarde de ayer martes, concluyera en “fumata negra”.
La Constitución Apostólica que rige todo el proceso establece que en los tres primeros dÃas se celebrarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde, con dos “fumatas” al dÃa para dar cuenta del resultado.
Hace ocho años, Benedicto XVI fue elegido en la segunda jornada del cónclave, tras la tercera votación. El papa alemán renunció el pasado 28 de febrero, alegando “falta de fuerzas” para seguir cumpliendo su misión.
Los expertos coinciden en que este cónclave también deberÃa ser corto, pero la polarización podrÃa alargarlo. En ese caso, podrÃa entrar en juego algún nombre que no ha figurado en las quinielas, porque según un sabio refrán romano que muchos repiten a menudo, “el que entra Papa en el cónclave sale cardenal”.
En el último siglo, sin embargo, ningún cónclave ha superado los cinco dÃas. La prensa italiana apuesta fuerte por el arzobispo de Milán, expatriarca de Venecia y promotor del diálogo religioso, especialmente con el islam, quien al parecer dispondrÃa ya de unos 40 votos. En cualquier caso, el nuevo papa será un conservador, puesto que todos los electores, nombrados por Juan Pablo II y Benedicto XVI, tienen esa visión de la Iglesia.
Entre los nombres que barajan los expertos figuran el italiano Angelo Scola, de 71 años y arzobispo de Milán, y tres prelados del continente americano. Se trata del brasileño Odilo Scherer, de 63 años, arzobispo de Sao Paulo y considerado el candidato de la curia; del canadiense Marc Ouellet, prefecto de la congregación para los Obispos y discÃpulo de Benedicto XVI; y del mediático estadounidense Timothy Dolan, de 63 años y arzobispo de Nueva York.
Elección sin luto
La elección de un papa -que en esta ocasión, por primera vez en siete siglos, no está rodeada del luto por el pontÃfice anterior- es siempre una gran atracción en Roma y cada fumata congrega muchedumbres.
Los técnicos del Vaticano se aseguraron esta vez de que, al menos la fumata negra, se vea claramente, y no como en 2005, cuando el humo que salÃa por la chimenea empezaba siendo gris antes de cambiar hacia uno u otro color, creando confusión. Según la prensa italiana, el elegido de entonces y hoy papa emérito Benedicto XVI siguió el ritual de la primera jornada del cónclave por televisión desde la residencia papal de Castelgandolfo (a 25 km al sur de Roma), donde reside a la espera de trasladarse a un monasterio dentro de los muros del Vaticano, a escasos metros del palacio apostólico.
Su secretario particular, Georg Gõnswein, que mantiene su cargo de prefecto de la Casa Pontificia, estará por tanto también al servicio del nuevo papa, algo inédito en la historia de la Iglesia y que genera muchos interrogantes por su rol de vÃnculo entre dos pontÃfices.