El de este miércoles se podría clasificar como el mejor partido del Independiente Medellín este año y de verdad que mereció ganar con un marcador más abultado que el 2-0 con el que superó a Nacional.

La planificación fue acertada, ya que teniendo la pelota y abriendo a Felipe Pardo y Ayron del Valle por las bandas evitó que los laterales verdes salieran. Y a punta de vértigo, presión y constante fútbol ofensivo fue el dueño de las principales acciones del clásico 12 por la Copa Postobón.

De no haber sido por el portero Cristian Bonilla, además de los goles de Efraín Viáfara (74’) en pase de Pardo y Ray Vanegas (78’), en una pifia saliendo del juvenil Miller Mosquera, hubieran aparecido más anotaciones, porque en el primer tiempo los rojos llegaron con claridad en cuatro ocasiones incluyendo un remate del horizontal de Pipe.

El mismo asistente verdolaga, Pompilio Páez, de manera gallarda, aceptó que “no estuvimos en el nivel esperado y le permitimos muchas libertades al rival”.

Esa opinión de un miembro del onceno perdedor ratifica la claridad con la que el DIM jugó, le produjo la primera derrota a Nacional este año en el certamen y consiguió los tres puntos que lo dejaron casi clasificado a segunda ronda.

Es cierto que los que resuelven en la cancha son los jugadores, pero en este repunte con una propuesta que convence, también tiene que ver el técnico Óscar Pérez, quien se mantiene invicto en la Copa y en la Liga con Medellín.