Una amorosa mamá de un niño de cinco años, desaplicada en el estudio y reservada en el trato con círculos cercanos pero amante del mundo de los medios de comunicación, la farándula y las redes sociales.
Así es Marisol Wong Puertas, la joven locutora de 25 años detenida por su presunta relación con una banda que habría llevado a la desaparición y muerte del excongresista y empresario Octavio de Jesús Zapata, de 74 años. El hombre, a quien le suministraron una doble dosis de escopolamina, fue hallado muerto en el río Cauca.
Marisol se graduó en el 2008 del colegio El Pinar. Unos dos años después, ya con un niño, entró a estudiar en el Instel, una academia de locución en el norte de la capital del Valle.
Excompañeros de estudio recuerdan que faltaba mucho a clases y que no terminó sus estudios. Cuentan que cuando asistía a la academia estaba más pendiente del celular que de las exposiciones y que si le llamaban la atención por este tema prefería salirse del salón antes que apagar su equipo.
Marisol pasó a otra academia de locución, que luego también abandonó, pero eso no le impidió hacer unos ‘pinitos’ en radio en Red Sonora, en Cali. Directivos aclararon que no tuvo una relación laboral y estuvo un corto tiempo haciendo una pasantía.
Su afición a las redes sociales es otra de sus facetas. Tiene cuentas en Facebook, Sonico, Twitter, Badoo, Pipl, entre otras, en las que publicaba fotos con personajes de la farándula y los medios, como periodistas, humoristas, y cantantes, entre otros.
Precisamente en una de estas redes (en Badoo), Marisol se describe así: “Pues soy una nenita superbien, parchadita, muy tierna, cariñosita y superdetallista. Además, una excelente noviecita. Soy reordenada, odio el desorden y directa cuando me dirijo a los demás. Alegre, creativa, repráctica, ingeniosa y reservada”.
Vecinos no salen del asombro
Comerciantes, personas relacionadas con los medios y habitantes de La Dolores, corregimiento de Palmira, vecino de Cali en el que creció la mujer, no salen de su asombro por su vinculación al crimen del político.
Una residente del sector recordó que la familia Wong, que llevaba más de 10 años en esta zona, “poco se relacionaba con la gente y eran amables a secas. A ella se le veía con frecuencia con su niño de 5 años, a quien lo sacaba a caminar”.
Precisamente ese afecto por su hijo habría conducido a la Policía en las pesquisas en el esclarecimiento de la desaparición y homicidio. “Hizo una llamada desde el celular de Zapata para saber cómo estaba el niño”, afirmó el coronel Javier Navarro, comandante del Gaula de la Policía del Valle.
En La Dolores, los Wong son conocidos por la venta de leche gracias a un hato de unas 40 reses, según vecinos. Ese negocio terminó hace unos seis meses, cuando vendieron los animales.
Los Wong también tenían dos negocios de computadores en el Centro Comercial Pasarela. Los comerciantes dicen que tenían una relación cordial con ellos, de saludo, pero que poco se relacionaban con los demás.