Nairo Quintana, quien se quejaba de dolores en la cadera y en un oÃdo, escalaba el Stelvio acompañado de seis propulsores como si se trataran de una guardia pretoriana que mostraba con su pedalear las intenciones de asumir el liderato de su colega y amigo Rigoberto Urán.
La camiseta rosa estaba en juego, en medio de la nieve, la lluvia, la aguanieve, con un italiano Dario Cataldo (Sky), quien marcaba el ritmo, hasta que llegó el copo nevado de la terrorÃfica Cima Coppi, que aguardaba el paso de esos superhombres de la bicicleta.
“El descenso se hará de forma controlada”, anotó el Twitter oficial de la prueba. El radio vuelta, aseguran, anunciaba motos con banderas rojas para acompañar la descolgada.
Cataldo se lanzó raudo y a su estela Járlinson Pantano, quien sorprendido veÃa como kilómetros abajo su compatriota Nairo Quintaba iba a tumba abierta.
“En la cima me tomé mi tiempo para ponerme un impermeable ya que el jurado habÃa anunciado que el descenso serÃa neutralizado. Cuando regresé al grupo principal, Quintana, Hesjedal y Rolland se habÃan ido. Analizando esto, es un poco injusto porque no me habrÃa parado si no hubiera oÃdo sobre la neutralización”, comentó el holandés Wilco Kelderman (Belkin), uno de los afectados.
En esos momentos, Rigoberto Urán, vestido de chaqueta negra
y camiseta rosa lucÃa relajado, para ser sorprendido con la noticia de que el trÃo se habÃa lanzado en el descenso.
Nairo y sus eventuales copartidarios tomaron vuelo, se fueron por todo y el colombiano se mostró decidido a conseguir lo que se habÃa propuesto. “Yo tengo con qué ser el lÃder del Giro”, habÃa dicho en la noche del lunes” el capitán del Movistar.
Con Nairo en procura de la victoria, la polémica se encendió en la carretera sobre si el Twitter tenÃa la razón -luego fue corregido- o si se habrÃa dicho algo o no en el radio vuelta; las banderas rojas…
Lo único claro fue el paso contundente de Quintana en procura de la victoria 18 de Colombia en la historia del Giro. La inminencia de la camiseta de mejor joven y nuevo lÃder de la competencia, mostraba el porqué es el mejor escalador del mundo.
Sentencia inclemente, como el clima, para Urán, Majka, Kelderman, Pozzovivo, Aru y Evans, quienes se vieron afectados por el desliz organizativo, que seguramente dará para la polémica hasta el final de la prueba.
Mientras tanto, quedará trecho por delante, con montaña por jugar entre jueves y sábado. Unos pensando en el pajarito del Twitter, otros lamentando el traspié de Urán y unos más gozando con el arrojo de Quintana.
“En ningún momento fue un ataque bajando ni escuché nada de que la carrera fuera a neutralizarse, ni por parte de la organización, ni desde el carro del equipo. No entiendo la razón de tanta polémica. Además se ha hecho el corte, pero la mayor diferencia que he abierto ha sido en la subida final a Val Martello”, acotó el nuevo lÃder. Y seguramente en 13 hogares colombianos estarán rezando para que sus muchachos lleguen con bien a Trieste, donde también todo olerá a café colombiano.
Informacion Elcolombiano.com