Esta vez la intervención fue en Bogotá. Han pintado muros gigantescos en Madrid, Berlín, en las favelas de São Paulo y de Río de Janeiro, en las paredes de un barrio deprimido en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), en un edificio del complicado barrio El Chorrillo en Panamá. Y por fin, el colectivo de arte urbano Boa Mistura llegó a Bogotá.
El escenario para la obra es una inmensa plazoleta de casi 5.000 metros cuadrados conocida como la Plaza de la Hoja, en la carrera 30 con calle 19. Un sector estratégico del centro de la capital, donde el Distrito construyó una urbanización de 457 apartamentos para víctimas del conflicto, como parte del programa de viviendas gratis del Gobierno Nacional.
Con el escenario presentado, ahora les cuento sobre los autores. Boa Mistura es un colectivo de cinco amigos (un ingeniero de caminos, un licenciado en bellas artes, un publicista, un diseñador gráfico y un arquitecto) que renunciaron a los empleos tradicionales para dedicarse por completo al arte urbano, a la pintura en las calles. Se conocieron a los 14 o 15 años en un barrio de Madrid (España), y como eran malísimos para el fútbol, quedaban en encontrarse cada fin de semana para pintar murales. Eso me dice Javier Serrano, el arquitecto del grupo. Esto es Boa Mistura, la buena mezcla, como se traduce del portugués.
El colectivo vino a Bogotá a participar en el Foro Internacional de Espacio Público, organizado por el Distrito la semana pasada, y aprovecharon para pintar el gigantesco piso en concreto de la Plaza de la Hoja. No es su especialidad pintar suelos, cuenta Javier. De hecho, este es el tercero que pintan. Un trabajo que aceptaron, luego de la invitación de la Secretaría del Hábitat. Casi 5.000 metros cuadrados parecían una locura. “Por eso estamos acá, porque era una locura”.
Nada más atractivo que la escala de un espacio para quienes hacen arte en los muros. Pero en el caso de Boa Mistura también hay otras razones cuando eligen proyectos. La intervención debe tener un fin. Debe ser una obra que mejore el lugar donde estará, que involucre a la comunidad y haga que la gente se empodere del entorno.
Así que la Plaza de la Hoja reunía las características para seducirlos. Javier, con chaqueta, jeans y zapatillas llenos de pecas de pintura azul, blanca y amarilla, acaba de dejar de pintar en esta tarde de martes para charlar conmigo sobre su colectivo y la pintada en Bogotá. Me explica que para él lo más importante, al aceptar esta propuesta, fue la historia detrás del sitio. “No existe otro igual en el mundo. Existirán plazas de 5.000 metros cuadrados en cualquier ciudad, pero no otra con esta gente. Eso lo hacía especial”.
Y la historia de esta urbanización es la de las familias desplazadas por el conflicto armado que en enero de este año fueron seleccionadas por sorteo para vivir en una de las 457 viviendas de la edificación.
Mientras estoy en la terraza del tercer piso del edificio tomando fotos de la pintura de Boa Mistura, aparece Carmen Morales. La mujer de 47 años me cuenta que salió desplazada de Algeciras (Huila) en 2001, escapando de la guerrilla. Querían reclutar a uno de sus hijos y amenazaban con matar a su esposo por ser militar. Como muchos de los miles de desplazados que llegan a Bogotá, la solución fue buscar una casa en la periferia, a donde van tradicionalmente quienes no pueden pagar una mejor ubicación con amplios espacios, y donde todo es más barato. Hoy Carmen trabaja como empleada doméstica en un apartamento del norte de la ciudad. Dice que haber sido una de las ganadoras del sorteo de las casas fue como volver a empezar, después de haber perdido su parcela hace más de una década. Fue “el comienzo de una nueva vida”.
Vida en el concreto
Los chicos de Boa Mistura aterrizaron en Bogotá el lunes 7 de septiembre y lo primero que hicieron el martes fue ir a hablar con los habitantes de la Plaza de la Hoja. Tuvieron una reunión, les mostraron algunos “dibujitos” con un boceto de lo que harían y los invitaron a participar: “Ustedes pueden cambiar este espacio si quieren. Está en sus manos. Hemos comprado rodillos suficientes y extensores para que nadie se quede sin material”. El diseño final lo tuvieron al final de la semana y el sábado pasado arrancó la pintada.
Como la plaza tiene la forma de una hoja y en la fachada del edificio donde viven las familias hay un muro verde, el diseño de Boa Mistura tiene unas hojas pequeñas que se van juntando y dejan ver la palabra vida. “Al final es lo que la gente que vive aquí debe construir: una nueva vida, porque vienen del conflicto armado. Lo que tienen estas obras es que están ancladas en el lugar, uno no se las puede llevar, así que tienen que hablar de la historia del lugar”, me comenta Javier.
En los ocho días que duró la intervención, los niños obviamente fueron los más entusiasmados. Antes y después de llegar del colegio (en el caso de los que estudian en la tarde) muchos salían corriendo de la casa para coger los rodillos y participar en la pintada. Estuvieron atentos a las indicaciones de Javier y los otros colaboradores de Boa Mistura. Ayer en la tarde estaban terminando de darle los últimos toques de pintura al suelo de su plazoleta.
El trabajo de este colectivo, con estos elementos de arte participativo que involucra a la comunidad, se ha convertido en una suerte de herramienta que genera cambio. La gente modifica la manera como se relaciona con sus espacios, empieza a sentirse más orgullosa del entorno y lo cuida. Los madrileños ven la ciudad como un organismo vivo, un escenario perfecto para dejar su obra, porque la relación es directa con el espectador, sin que haya distinción de público por su clase social, sus ingresos o nivel cultural.
“A mí ese grafiti me parece buenísimo, porque está identificando el conjunto. Me doy cuenta de que esa pintura es como la fachada que tiene maticas, como que están empezando una nueva vida, como un cambio. Ese grafiti es un principio, un comienzo de lo que estamos viviendo acá”. Así resume Carmen Morales lo que para ella significa la intervención de Boa Mistura, la primera en Bogotá y la segunda más grande que han realizado en el mundo.