El anuncio de Austria este miércoles de que construirá una valla en su frontera con Eslovenia para frenar el flujo de migrantes desató una ola de crÃticas de sus socios europeos y supone una nueva amenaza para tratado de libre circulación de Schengen.
La ministra del interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner, no dio detalles sobre como serÃa esa valla, la primera entre dos paÃses del espacio Schengen y miembros de la Unión Europea, pero negó que sea un muro antiinmigrantes.
“Se trata de asegurarnos que haya una entrada ordenada y controlada en nuestro paÃs y no de cerrar nuestra frontera” con Eslovenia, por donde transitan miles de migrantes rumbo al norte.
“Una valla también tiene una puerta”, dijo la ministra, respondiendo a las crÃticas de sus socios, dos dÃas después de una cumbre europea para intentar evitar que los Estados tomen decisiones unilaterales en esta crisis.
La decisión austriaca podrÃa desencadenar, como teme la UE, decisiones similares de otros paÃses por donde transitan los migrantes procedentes de TurquÃa y Grecia y que quieren llegar a los paÃses europeos, en particular Alemania.
El primer ministro esloveno, Milo Cerar, recordó que su paÃs ya estaba preparado para una decisión de este tipo y que su gobierno “está listo para construir una barrera” en su frontera con Croacia si lo considera necesario.
El martes, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió que la crisis migratoria podrÃa provocar “un sismo en el paisaje polÃtico europeo” porque pone en peligro el principio de libre circulación.
La decisión de construir la valla ya ha tenido consecuencias en las relaciones tradicionalmente amistosas entre Austria y Alemania y el lÃder conservador de Baviera, Horst Seehofer, acusó a sus vecinos de desviar a miles de refugiados hacia su paÃs sin advertencia previa.
Por su parte el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, denunció un comportamiento “incorrecto” del gobierno de Viena y le pidió que lo cambie “inmediatamente”, mientras que el portavoz del gobierno de BerlÃn dijo que construir “vallas o muros” no es la solución.
– “Invitación” de Alemania –
Según la ministra austriaca de Interior, “la realidad es que la gente quiere ir a Alemania porque se siente invitada”, una alusión a la polÃtica de acogida de refugiados de la canciller Angela Merkel, cada vez más criticada dentro de su propio paÃs por los conservadores.
A pesar de su polÃtica aparentemente favorable a los migrantes, el gobierno de BerlÃn ha anunciado nuevas medidas para expulsar a los migrantes económicos, en particular los de los Balcanes. Por su parte el ministro Maizière calificó este miércoles de “inaceptable” el gran número de jóvenes afganos que piden asilo en Alemania, a los que pidió que se queden en su paÃs para reconstruirlo.
Alemania prevé acoger este año a entre 800.000 y un millón de demandantes de asilo. Sirios, albaneses y afganos encabezan la lista de los que más lo solicitan.
En lo que va de año, cerca de 700.000 migrantes y refugiados han llegado a Europa por el mediterráneo, una cifra que puede seguir aumentado por la situación del conflicto en Siria.
El plan adoptado en la cumbre del pasado domingo prevé crear 100.000 plazas de acogida en Grecia y en los Balcanes y mejorar la coordinación entre los paÃses de esta “ruta de los Balcanes” por la que pasan los refugiados rumbo al norte.
Serbia, Croacia y Eslovenia ya han empezado a colaborar y desde el martes funcionan trenes que llevan directamente a los migrantes de un paÃs a otro.
Desde que HungrÃa decidió cerrar sus fronteras, el itinerario de los migrantes que venÃan de Serbia y Croacia se ha desviado a Eslovenia, un pequeño paÃs por el que han circulado cerca de 90.000 personas desde el 17 octubre.
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