jerusalén, feb. 27.
Israel suspendió el martes las medidas fiscales que condujeron al cierre por parte de lÃderes religiosos de la Iglesia del Santo Sepulcro, donde fue sepultado Jesucristo según la tradición cristiana.
La municipalidad de Jerusalén deseaba hacer pagar a las iglesias cristianas impuestos sobre sus propiedades que no fueran lugares de culto y generaran ingresos. Esas medidas quedan en suspenso, anunció la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Los debates en torno a una propuesta de ley israelà sobre el asunto también quedan suspendidos, añadió.
El primer ministro y el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, han acordado crear un grupo de trabajo “que negociará con las Iglesias una solución” sobre el tema fiscal, según esa misma fuente.
Los jefes de las Iglesias greco-ortodoxa, armenia y católica, que comparten la custodia del sitio, adoptaron el domingo la excepcional decisión de cerrar las puertas del templo, construido según la tradición en el lugar donde habrÃa sido sepultado Cristo.
Pese a este anuncio, las puertas del Santo Sepulcro seguÃan cerradas la tarde del martes, sin que se conozcan las intenciones de las Iglesias tras dos dÃas de tensiones con las autoridades israelÃes.
Luego del cierre, miles de visitantes del mundo entero encontraron las puertas cerradas en este lugar espiritual y turÃstico de gran importancia, pero improvisaron oraciones en el atrio y expresaron su decepción.
La medida solo tiene excepcionales precedentes en el último cuarto de siglo y expresa la magnitud de la molestia de las Iglesias.
Las sumas atrasadas son cifradas por la alcaldÃa en unos 150 millones de euros. Las Iglesias sostienen que esos fondos serÃan destinados a financiar obras sociales.
El gobierno israelà anunció el martes en un comunicado la suspensión de la colecta de las tasas asà como el examen de la proposición de ley.
El Primer ministro Benjamin Netanyahu y el alcalde de Jerusalén Nir Barkat llegaron a un acuerdo para la creación de un grupo de trabajo “que negociará con las Iglesias una solución” sobre los impuestos, afirmaron los servicios del Primer ministro.
A petición de las Iglesias, Netanyahu encargó a uno de sus ministros abordar el asunto de la venta de terrenos, añadieron. Durante este tiempo, “toda actividad legislativa sobre este tema fue suspendida”, indicaron.
La proposición de ley tiende, según sus promotores, a dar seguridad a los habitantes de Jerusalén que temen que los inversionistas a quienes las iglesias habrÃan vendido las tierras los expulsen para hacer programas más rentables.
Por ahora no se ha podido lograr reacción de parte de las Iglesias.
Más allá de los impuestos y del texto parlamentario, las Iglesias se alarman por las acciones que buscan a su parecer disminuir la presencia cristiana en Jerusalén.
En una ciudad como Jerusalén, proclamada por los israelÃes su capital indivisible pero reivindicada por los palestinos como capital del Estado al que aspiran, la sospecha de hegemonismo en detrimento de las minorÃas no está lejos.
Los cerca de 50.000 cristianos de Cisjordania y de Jerusalén comparten ampliamente con los musulmanes palestinos una visión nacional de Jerusalén.
El Santo Sepulcro se encuentra en la ciudad vieja de Jerusalén-Este, anexado por Israel. La anexión es considerada como ilegal por la comunidad internacional.