Los cuerpos del equipo de prensa ecuatoriano secuestrado en marzo pasado y asesinado en cautiverio llegaron hoy a Quito, Ecuador, procedentes de Colombia en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), que los trasladó desde Cali.
La aeronave, en la que también llegaron los familiares de las vÃctimas que fueron a esa ciudad del suroeste colombiano a apoyar el proceso de identificación de los cadáveres, arribó al aeropuerto “Mariscal Sucre”, donde también fue recibida por el canciller, José Valencia, y el ministro del Interior, Mauro Toscanini.
Las autoridades ecuatorianas y colombianas atribuyen a disidentes de las FARC el secuestro del periodista Javier Ortega, del fotógrafo Paúl Rivas y del conductor EfraÃn Segarra, que habÃan ido a la zona fronteriza para elaborar un reportaje para el diario quiteño El Comercio sobre la crisis de seguridad en la zona.
Un arco de agua lanzado desde camiones cisterna recibió al avión, desde el que posteriormente varios oficiales de policÃa extrajeron los féretros cubiertos cada uno con la bandera de Ecuador, antes de colocarlos en carrozas fúnebres decoradas con flores blancas y listones morados.
Tras su salida del aeropuerto en el paÃs vecino, los féretros serán trasladados a una sala para un primer velatorio en el centro norte de Quito y en la tarde serán llevados a la sede del diario El Comercio, en el sur de la capital ecuatoriana.
El velatorio tendrá lugar el jueves en la Iglesia La Dolorosa, en el centro norte de Quito, antes de que el viernes a las 10.00 hora local (15.00 GMT) se celebre una misa funeral en cuerpo presente antes del sepelio en el Memorial Necrópoli.
El paso de los féretros hasta las carrozas se vio acompañado por música interpretada por la banda de la PolicÃa, cuyas melodÃas también se escucharon mientras familiares y amigos del equipo periodÃstico caminaban hasta las oficinas del aeropuerto cargados de flores, banderas del paÃs y fotografÃas de sus seres queridos.
Los trabajadores del rotativo fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en una zona rural de la parroquia ecuatoriana de Mataje, provincia de Esmeraldas y fronteriza con Colombia, donde a finales de enero estalló un coche bomba cerca de la principal comisarÃa de la PolicÃa, atentado atribuido al mismo grupo armado.
Poco después la facción disidente de las FARC autodenominada “Frente Oliver Sinisterra” asumió la autorÃa del secuestro y el 13 de abril el presidente ecuatoriano, LenÃn Moreno, confirmó el triple asesinato.