El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha cancelado en el último momento su participación en la Cumbre Iberoamericana que se celebra en La Antigua (Guatemala). El lÃder sandinista habÃa confirmado su asistencia a la cita. Sin embargo, el jueves, el dÃa previsto para su llegada, retrasó la misma 24 horas, para finalmente no acudir. Aunque a primera del viernes aún no habÃa notificación oficial de que Ortega no viajaba a La Antigua, el ministro asesor de la Presidencia de Nicaragua ha asumido la jefatura de la delegación del paÃs centroamericano. Con esta decisión, Ortega, que tampoco asistió a la Asamblea General de la ONU, profundiza el aislamiento de Nicaragua tras la represión emprendida por su Gobierno después de las protestas de mayo, que han dejado más de 300 muertos y 400 opositores encarcelados
La presencia del lÃder sandinista en la Cumbre que se celebra en La Antigua (Guatemala) pretendÃa ser una muestra de poder de un lÃder mermado interna e internacionalmente. No obstante, la crisis de Nicaraguaobliga a muchos de los mandatarios cuyos paÃses han sido crÃticos ante la deriva autoritaria del sandinismo a mostrar su rechazo en el primer espacio multilateral de jefes de Estado que se celebra desde que se iniciaron las protestas.
A diferencia de lo que ha ocurrido en otras cumbres a lo largo de las últimas décadas, la cita guatemalteca es la primera en la que el bloque bolivariano esté en considerable minorÃa. Nicaragua contará con el respaldo a buen seguro de la delegación de Venezuela, encabezada por el canciller, Jorge Arreaza. El otro apoyo clave para Ortega será el del presidente boliviano, Evo Morales.
La crisis de Nicaragua supone un reto para el resto de lÃderes iberoamericanos que se dan cita este viernes en Guatemala. Hasta el momento, la mayorÃa de paÃses ha sido muy crÃtico con la represión emprendida por Ortega. No obstante, la diplomacia a la que acostumbra este tipo de cumbres puede facilitar una tibieza en los discursos, que supondrÃan un balón de oxÃgeno para el presidente nicaragüense. Un tanto de lo mismo se espera respecto de la crisis venezolana.
En el caso de España, fuentes diplomáticas no descartaban aún el jueves que el presidente Pedro Sánchez mantuviese una reunión bilateral con el lÃder sandinista, en caso de acudir, a lo largo de la cumbre, si bien este jueves solo tenÃa previstos encuentros con el anfitrión, Jimmy Morales y con el mandatario paraguayo, Mario Abdo BenÃtez, informa Miquel Alberola.
España acude a la Cumbre Iberoamericana con la inquietud por el rumbo que pueden tomar México y Brasil a partir de las medidas que adopten los futuros Gobiernos de los presidentes electos, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y el ultraderechista Jair Bolsonaro, quienes asumirán sus cargos en las próximas semanas. Los intereses empresariales españoles en ambos paÃses pueden verse afectados en función de la dirección de las nuevas polÃticas, como en el caso de la construcción del nuevo aeropuerto de México, cuyas obras están desarrolladas en un 30%, y que puede ser revocado por un referéndum entre los vecinos.
El otro foco de preocupación del Gobierno español lo constituyen Nicaragua y Venezuela. España espera testar en la Cumbre la actitud de los principales paÃses iberoamericanos al respecto para fijar posiciones en el nuevo escenario que se abre para el paÃs con un Gobierno socialista. Otros asuntos de interés para el Ejecutivo español son Cuba y la marcha de inmigrantes que se dirige hacia los Estados Unidos.