Aunque el podio de la carrera lunar ya está copado, aún se sigue compitiendo por el cuarto puesto. Y 2019 ha sido un año especialmente interesante en esta reactivación de la carrera espacial. En enero de este año, China hizo aterrizar Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna, convirtiéndose en el primer paÃs del mundo en lograrlo. En abril, Israel, con la sonda Beresheet, la primera misión de este tipo impulsada por inversores privados, intentó convertirse en el cuarto paÃs en aterrizar una máquina sobre el satélite, por detrás de Estados Unidos, Rusia y China, pero un fallo en el motor principal del artefacto hizo que la misión acabase estrellándose. La India, alrededor de las 22.30 de hoy, hora peninsular española, también fracasó en su intento. El resultado de la misión parecÃa claro cuando el presidente del paÃs, Narendra Modi, abandonó la sala de control con cara de decepción. Acabó rezando y firmando autógrafos a estudiantes.
Después de superar la fase de frenado y acercamiento al lugar de llegada, el módulo de aterrizaje Vikram tenÃa que afinar su velocidad para posarse con suavidad sobre la superficie del satélite. A dos kilómetros de altitud, se perdió la comunicación con la sonda. Las hipótesis ahora son muchas, pero deberán pasar horas o dÃas hasta que se pueda realizar una evaluación sobre qué sucedió en esos minutos crÃticos.
El módulo de alunizaje, bautizado como Vikram en honor al padre del programa espacial indio Vikram Sarabhai, fallecido en 1971, se separó del módulo orbital de la misión Chandrayaan 2 el pasado lunes. El éxito en esa delicada maniobra ya muestra los avances del programa espacial indio, pero el siguiente paso no confirmó la capacidad del paÃs asiático como potencia espacial.
Originalmente, esta misión se planificó de forma conjunta con Rusia, que aportarÃa su experiencia y su tecnologÃa en varios aspectos clave. Sin embargo, tras el fracaso en 2011 de la misión Phobos-Grunt, que debÃa explorar el satélite marciano Fobos y acabó atrapado en órbita terrestre a poco más de 300 kilómetros de altitud, los rusos se retiraron del proyecto. El contratiempo supuso un retraso en el calendario inicial, pero la agencia espacial india (ISRO) siguió con su propia tecnologÃa.
La misión Chandrayaan 2 es la continuación de la Chandrayaan 1, que llegó a la órbita lunar en 2008. Aquella sonda recogió imágenes infrarrojas, de rayos X y del espectro visible durante 312 dÃas y realizó un mapa de la topografÃa lunar y de sus caracterÃsticas quÃmicas. En esta ocasión, Vikram debÃa aterrizar en una llanura cercana al polo sur de la luna, de interés cientÃfico, entre otras cosas, porque es probable que allà se pueda encontrar agua en forma de hielo. Para analizar la zona, además del módulo de aterrizaje, la misión contaba con un pequeño rover que habrÃa debido recorrer hasta medio kilómetro por la superficie lunar. El vehÃculo, destrozado ahora sobre la superficie lunar, se llamaba Pragyan (sabidurÃa en sánscrito).
Aunque Chandrayaan 2 incorporaba diversos instrumentos cientÃficos para estudiar la Luna, el principal objetivo consistÃa en probar que la agencia espacial india tenÃa la capacidad para completar una misión en la que una nave se pose suavemente sobre otro mundo y podÃa hacer funcionar un rover cargado de instrumentos cientÃficos. Deberán probar de nuevo.