
Una de las consecuencias de pasar cada vez más tiempo en internet es la cantidad de datos personales y credenciales de inicio de sesión (usuarios y contraseñas) que se comparten con las compañÃas con las que se interactúa.
Y esto, cada vez más, se viene convirtiendo en una mina de oro para los ciberdelincuentes. Solo en el tercer trimestre del año pasado, por ejemplo, en Estados Unidos se reportaron casi 1.300 infracciones de este tipo, dejando a cientos de millones de vÃctimas en riesgo de robo de identidad.
Ante este panorama, ¿qué pueden hacer los ciberdelincuentes con los datos que se roban? De acuerdo con especialistas de la empresa de seguridad informática Eset, son varias las acciones que se pueden cometer.
– Secuestrar cuentas minoristas que tienen los datos precargados de las tarjetas y utilizar este acceso para completar transacciones fraudulentas.
– Realizar pagos fraudulentos directamente (es decir, si los datos de la tarjeta fueron robados).
– Realizar ataques de ingenierÃa social al personal del banco/telecomunicaciones para que restablezca las cuentas y las pongan a cargo del estafador.
– Sacar lÃneas de crédito a nombre de la vÃctima.
– Cometer fraude a través del seguro de salud o el reembolso de impuestos.
La compañÃa también indicó que que hay algunos pasos preventivos que se pueden tomar en caso de que los estafadores intenten atacar, por lo que aconsejan:
– Activar la autenticación en dos pasos (2FA) en todas las cuentas en lÃnea que se tenga.
– Utilizar contraseñas seguras, largas y únicas para todas las cuentas y guárdelas en un gestor de contraseñas.
– Evitar las tiendas de aplicaciones no oficiales.
– Evitar iniciar sesión en sus cuentas si está conectado a una red Wi-Fi pública.
– Activar regularmente las actualizaciones automáticas para todos los dispositivos asà se instalan los parches de seguridad.
– Utilizar solamente sitios web HTTPS (con candado verde).
– Destruir documentos antiguos para que no se muestren datos personales.
– Minimizar la cantidad de información que se comparte con las empresas en lÃnea.
Fuente: El Colombiano.