
Oportunidades en la implementación del Marco Net Zero de la OMI en Chile y en la región
Santiago de Chile, 13 de octubre de 2025.– Los Estados Miembros de la OMI, incluidos los de América Latina, se reunirán del 14 al 17 de octubre en Londres para la reunión MEPC ES.2, donde se adoptará formalmente el Marco Net Zero. Posteriormente, se celebrará la sesión ISWG-GHG-20 del 20 al 24 de octubre. Estas negociaciones son una oportunidad crucial para que los paÃses latinoamericanos definan una implementación eficaz y estratégica del Marco, donde puedan aprovechar las oportunidades que da este acuerdo y lograr asà potenciar la transición a energÃas renovables y la descarbonización del transporte marÃtimo.
En abril de 2025, los Estados miembros de la Organización MarÃtima Internacional (OMI), de la cual Chile es miembro, adoptaron un avance decisivo: el Marco Net Zero. Este es un mecanismo jurÃdicamente vinculante que impone un precio a las emisiones del transporte marÃtimo internacional y obliga a los buques a reducir progresivamente su intensidad de carbono, con sanciones por incumplimiento. Este acuerdo, que se espera entre en vigor en 2027 tras la ratificación formal en la reunión extraordinaria del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC/ES.2) de la OMI en octubre, representa una transformación estructural del transporte marÃtimo global. Esta actividad es responsable de generar casi diez veces más emisiones que Chile anualmente.
Chile ya ha manifestado su interés en alinearse con la estrategia de emisiones de la OMI. Según un artÃculo de Mundomaritimo, el Ministro de Transporte, Juan Carlos Muñoz, ha señalado el compromiso del paÃs con la transición energética del sector marÃtimo al 2050, en lÃnea con los objetivos de la OMI. mundomaritimo.cl
Organismos nacionales como H2Chile han abordado el nuevo marco: en su análisis destacan que el acuerdo podrÃa tener implicancias directas para los proyectos de hidrógeno verde, uno de los vectores centrales de la polÃtica energética chilena. h2chile.cl+
Chile podrÃa convertirse al menos en el tercer mayor exportador mundial de e-combustibles de hidrógeno verde, siendo el transporte marÃtimo un importante comprador generando empleo y crecimiento en el proceso.
Como alternativa, el sector podrÃa verse obligado a estancarse en soluciones que no se ajustan a la realidad del paÃs, como son los biocombustibles para alimentos y piensos. Si Chile destina sus esfuerzos a estos combustibles verÃa un freno al crecimiento de las energÃas verdes y pondrÃa en riesgo las inversiones actuales y futuras en energÃas renovables.
Los biocombustibles, además de no ser la principal alternativa a desarrollar en el paÃs, debido a que la matriz productiva se encuentra mejor preparada para la producción de hidrógeno verde, tienen otros impactos ambientales y sociales como son la modificación de los usos del suelo, el aumento en el uso de agroquÃmicos como fertilizantes y pesticidas y el aumento de los precios debido a que granos que antes se destinaban al consumo alimentario ahora serÃan utilizados para producir biocombustibles. (Fuente)
Estudios (aquà y aquÃ) muestran enormes oportunidades económicas en la región latinoamericana en la transición del transporte marÃtimo a los e-combustibles, asà como innumerables beneficios ambientales y para la salud del transporte marÃtimo limpio. En el caso especÃfico de Chile, el paÃs podrÃa recibir una entrada financiera de 90 000 millones de dólares si sus buques cambiarán a e-combustibles producidos con fuentes renovables.
Dado el gran potencial solar y eólico de Chile. En 2024 el 34,5% de la matriz energética fue alimentada con energÃa proveniente de estas fuentes renovables. Esto posiciona al paÃs como un potencial productor y exportador de combustibles marinos verdes; se requiere escalamiento de plantas, electrodomésticos, cadena de suministro de agua, permisos ambientales eficientes, etc. Invertir en renovables es lo más inteligente para los paÃses, ya que según el último informe de la Agencia Internacional de EnergÃa Renovable muestran que las energÃas renovables siguen siendo la fuente de generación eléctrica más competitiva en términos de coste en 2024.