“Salvaguardando el legado de mi madre, Fanny Mikey”. Con esa consigna, Daniel Álvarez Mikey, director ejecutivo de la Fundación Teatro Nacional e hijo de la artista fundadora del centro artístico y del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, denunció en redes sociales una reforma estatutaria que se realizó durante una junta directiva a la que él no fue convocado.
En carta dirigida a William Cruz Suárez, presidente de la junta, Álvarez Mikey pidió explicaciones sobre los cambios que llevaron a que el cargo que desempañaba prácticamente desapareciera.
“Lo realmente preocupante es que deciden concentrar todas las funciones en la junta directiva y en la gerencia que viene desempeñando el señor Guillermo Hernández”, añade el documento.
En conversación con EL TIEMPO, Cruz aseguró que la junta se realizó el pasado 29 de abril, con la presencia de los cinco miembros principales (Cruz, Jean Claude Bessudo, Luis Guillermo Ángel, Luis Guillermo Soto y Jean Guy Moggio): “La modificación es que se creó un comité de curaduría que él va a presidir o a coordinar, como director de programación, y que es el que va escoger las obras del teatro. Es copiar lo que hacía en el festival”, dijo.
La directora del Iberoamericano de Teatro, Anamarta de Pizarro, envió la siguiente comunicación a EL TIEMPO: “La Junta se planteó hace un tiempo la tarea improrrogable de modernizar las estructuras de organización del Festival y del Teatro Nacional para adecuarlas a las necesidades actuales, del Teatro, de su público y del movimiento teatral brillante que hoy vive Bogotá (…). Esta realidad obligó a la Junta a revisar, como era su obligación, las estructuras con un solo objetivo: adecuarla a esta nueva realidad para garantizar su éxito”.
Otro de los reclamos de la carta de Álvarez Mikey es que el Teatro Nacional solicitó un crédito de 2.500 millones de pesos al Banco de Bogotá sin habérselo comunicado. De hecho, se dio cuenta del proceso por una diligencia personal.
“La gerente (del banco) quedó muy sorprendida de que el representante legal no estuviera informado. Yo mismo no puedo sino preguntarme por qué se me oculta la solicitud de un préstamo de semejante magnitud y por qué se me relegó a un segundo plano la gestión del mismo”, asegura la comunicación.
Según él, se procedió de manera inapropiada y el único fin parece ser crear una simbiosis entre el Nacional y el Iberoamericano “para disponer de los teatros, hipotecarlos, venderlos o feriarlos y asumir deudas del festival que desde la muerte de Fanny no han sabido solventar”.
Cruz dijo que se indagó cómo contratar un crédito para el teatro porque “lo necesitamos para pagar deudas y para otros proyectos de producción”. “Estamos en el tema de hacer un crédito, pero no estamos vendiendo nada… El teatro está absolutamente saneado, tenemos las deudas de trámite corriente”, reafirmó.
Álvarez Mikey reitera que no fue convocado a la junta y que por ende esta estaba “incompleta” y no puede aprobar nuevos estatutos, y él, como miembro suplente de la junta, debió haber sido convocado.
En un comunicado que conoció EL TIEMPO, Cruz dijo que la junta se realizó de acuerdo con los estatutos de la fundación, que estaban los miembros titulares, pero no se contó con la presencia de funcionarios.
“Eso no es una cosa personal mía ni es una cosa contra él, es una cosa institucional, unos estatutos que llevaban 40 años y había que modificar tarde o temprano porque no estaban funcionando las cosas”, aseguró Cruz.
En diálogo con ‘La W Radio’, Álvarez Mikey declaró que la reforma pone en riesgo a la Fundación Teatro Nacional y se preguntó por qué la junta no lo llamó para decirle sus obligaciones luego de los cambios.
Bessudo, que también participó en la charla con ‘La W Radio’, dijo que él estaba encargado de llamarlo y aclararle las decisiones de la junta, pero no lo pudo contactar antes de realizar un viaje fuera del país.
Además, invitó a Álvarez Mikey a que siga haciendo parte de la fundación: “Tenemos muchas fórmulas pensadas para presentarle, y tal vez esa comunicación fue un poquito apresurada sin tener en su totalidad todas las versiones (…). Bienvenido, Daniel, cuando quiera, para tener esa reunión de aclaración”.
Por último, Álvarez Mikey pidió que se expliquen todos los movimientos que se están realizando en el Teatro Nacional (que tiene tres sedes: Castellana, Fanny Mikey y Casa del Teatro) como en el Festival Iberoamericano de Teatro, que Mikey creó junto a Ramiro Osorio en 1988. “Las instituciones no les pertenecen a la juntas, ni a sus directivos, sino a las comunidades”, dijo. “Procederé con todas las herramientas que me otorgue la ley para impedir tanto atropello”.